Cartas al director

Blas Piñar

En el ejemplar del 28-11-1979, con el título Los suplicatorios y otras cosas, puede leerse lo siguiente. «... Y esto vale lo mismo para el señor Monzón que para el señor Piñar cuando pide en público la caída de la Monarquía y la instauración de una república.»A tal efecto me veo en la obligación de hacer hincapié en que lo que el señor Piñar pide es un Gobierno que invocando el bien común se ejerza fuera de las leyes constitucionales del País. Y esto, señor director, no es ni mucho menos una república sino la instauración de una nueva dictadura.

Es totalmente ridículo que ese paí...

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En el ejemplar del 28-11-1979, con el título Los suplicatorios y otras cosas, puede leerse lo siguiente. «... Y esto vale lo mismo para el señor Monzón que para el señor Piñar cuando pide en público la caída de la Monarquía y la instauración de una república.»A tal efecto me veo en la obligación de hacer hincapié en que lo que el señor Piñar pide es un Gobierno que invocando el bien común se ejerza fuera de las leyes constitucionales del País. Y esto, señor director, no es ni mucho menos una república sino la instauración de una nueva dictadura.

Es totalmente ridículo que ese país (que es el mío) se permita el lujo de tener sentado en el Parlamento a un diputado que ha violado los artículos 1, 2, 6, 9, 10, 14, 15 16, 17, 18, 20, 21 22 (en su totalidad), y 56 (apartado tercero) de la Constitución.

Si el señor Piñar se hubiese atrevido a manifestar en el antiguo régimen lo que actualmente manifiesta, estoy totalmente seguro que el antiguo prócer franquista no lo hubiese permitido.

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(Holanda)

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