El Gobierno italiano cesa al presidente del ente petrolífero estatal

Ayer el primer diario del país, Corriere della Sera, salió a la calle pidiendo, con un editorial publicado con gran relieve en su primera página, la dimisión del ministro para la Empresa Pública, señor Lombardini, por su presunta responsabilidad en el asunto ENI. Se acusaba al ministro, que es un técnico y no un político, de no haberse preocupado, cuando saltaron a la calle las primeras voces sobre posibles irregularidades en el contrato de petróleo entre la Pretomin y el AGIP, de aclarar los rumores.Pero, a las pocas horas, el presidente del Gobierno, Francesco Cossiga, anunció a la co...

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Ayer el primer diario del país, Corriere della Sera, salió a la calle pidiendo, con un editorial publicado con gran relieve en su primera página, la dimisión del ministro para la Empresa Pública, señor Lombardini, por su presunta responsabilidad en el asunto ENI. Se acusaba al ministro, que es un técnico y no un político, de no haberse preocupado, cuando saltaron a la calle las primeras voces sobre posibles irregularidades en el contrato de petróleo entre la Pretomin y el AGIP, de aclarar los rumores.Pero, a las pocas horas, el presidente del Gobierno, Francesco Cossiga, anunció a la comisión balance de la Cámara de Diputados la suspensión del presidente del ENI, señor Giorgio Mazzanti, «por petición del ministro Lombardini». Al mismo tiempo anunció el nombramiento de un comisario extraordinario y la creación de una comisión encargada de llevar a cabo una «investigación administrativa sobre el contrato de Arabia Saudí con el ENI». El comisario que sustituye al presidente Mazzanti, por lo menos mientras dure el trabajo de la comisión, presidida por el magistrado Scardia, es el señor Egidio Egidi, de 57 años, que había ya trabajado en este campo con Mattei. Del ENI se había ido por protestar contra la reestructuración del AGIP.

Esta decisión del presidente del Gobierno, cuando horas antes el presidente del ENI había vuelto a asegurar que «no aceptaría dimisión», ha creado gran sorpresa. Evidentemente, el Gobierno, que se mantiene con alfileres, pero que acababa de salvar el grave escollo del voto a favor de los misiles europeos con el de los socialistas y de los republicanos, ha querido demostrar su fuerza.

Mientras tanto, se sigue pensando en muchos ambientes de la capital que esta vez podría tratarse, más que de un nuevo escándalo a la italiana, de una maniobra de las multinacionales para impedir que el ENI pueda recibir directamente y a buen precio el petróleo de Arabia Saudí.

Para complicar aún más el asunto, el lunes la revista Panorama publicará los nombres de los dos personajes que recibieron las «mordidas» del 7% en el contrato Petromin-AGIP. Se trata, según el semanario, del presidente de la Petromin, señor Taher, y del ex director general de Nioc (ente del petróleo iraní), señor Mina. La revista italiana publicará también algunas conversaciones telefónicas con Charles Poncet, miembro del estudio legal en el que trabaja el ex presidente de Sophilau, la sociedad de Panamá que ha recibido el pago por parte del ENI. Se trata del señor Amaudruz.

En el debate que se está realizando en la comisión balance de la Cámara con el presidente del Gobierno, Cossiga, se ha podido saber que el primero que sacó a relucir los rumores de posibles escándalos en el contrato con Arabia Saudí fue el secretario del Partido Socialista, Bettino Craxi, quien informó al entonces presidente del Gobierno, Andreotti. Lo que no se explica es por qué el vicesecretario de su partido, Claudio Signorile, que presenta a la izquierda del PSI, ha defendido siempre, y siguió haciéndolo ayer, al presidente «dimitido» del ENI, señor Mazzanti .

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