Bilbao, otra vez en estado de alarma

Una nueva inversión térmica, sumada a los efectos de la reanudación del trabajo tras el fin de semana, determinó un nuevo aumento del nivel de contaminación registrado ayer en Bilbao. Los sensores dependientes de la Corporación del Gran Bilbao registraron a media tarde niveles similares a los que el pasado día 27 causaron la alarma general, destacando los 1.043 microgramos por metro cúbico medidos entre las cuatro y las cinco de la tarde de ayer en el detector instalado en la Feria de Muestras.La red automática de Bilbao únicamente mide la concentración de anhídrido sulfuroso (SO2). En una not...

Una nueva inversión térmica, sumada a los efectos de la reanudación del trabajo tras el fin de semana, determinó un nuevo aumento del nivel de contaminación registrado ayer en Bilbao. Los sensores dependientes de la Corporación del Gran Bilbao registraron a media tarde niveles similares a los que el pasado día 27 causaron la alarma general, destacando los 1.043 microgramos por metro cúbico medidos entre las cuatro y las cinco de la tarde de ayer en el detector instalado en la Feria de Muestras.La red automática de Bilbao únicamente mide la concentración de anhídrido sulfuroso (SO2). En una nota difundida ayer por el Gobierno Civil de la provincia se reconoce que faltan aparatos para medir otros componentes tóxicos, como las partículas en suspensión o los humos, pero se añade que el SO2 «actúa como trazador». Esta afirmación, válida en general, podría, sin embargo, ser parcialmente impugnada en el caso concreto de Bilbao, donde la contaminación no viene determinada única ni fundamentalmente por la circulación rodada, sino por los residuos vertidos por la industria metalúrgica y química.