El Estatuto de Cataluña, condicionado por la crisis económica

El Estatuto de Autonomía de Cataluña será lo que los hombres de Cataluña logren hacer de él. En estos momentos es sólo un instrumento pendiente de desarrollo de aplicación, de ampliación y de contenido real. Esta es una de las conclusiones más claras del coloquio sobre el Estatuto y la economía catalana organizado por la Cámara de Comercio de Barcelona, y que a lo largo de dos días ha reunido e n la sede de la Cámara, empresarios, economistas, juristas y políticos de todas las tendencias.Seis ponentes que desarrollaron diversos aspectos sobre la crisis económica y el contenido autonómico del E...

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El Estatuto de Autonomía de Cataluña será lo que los hombres de Cataluña logren hacer de él. En estos momentos es sólo un instrumento pendiente de desarrollo de aplicación, de ampliación y de contenido real. Esta es una de las conclusiones más claras del coloquio sobre el Estatuto y la economía catalana organizado por la Cámara de Comercio de Barcelona, y que a lo largo de dos días ha reunido e n la sede de la Cámara, empresarios, economistas, juristas y políticos de todas las tendencias.Seis ponentes que desarrollaron diversos aspectos sobre la crisis económica y el contenido autonómico del Estatuto y una treintena de personalidades, expusieron a un auditorio de más de un centenar de empresarios sus análisis y conclusiones sobre el tema propuesto.

Tanto en las exposiciones como en coloquio se puso de relieve que el Estatuto en sí no resuelve nada y que incluso hace más complejas las relaciones sociales, ya que añade elementos nuevos de fiscalidad y de incertidumbre en las decisiones y en la organización del Estado.

Sin embargo, prácticamente todos los asistentes coincidieron en una valoración positiva del texto del Estatuto, complementada por el deseo de dotarlo de mayores contenidos y competencias que, según los distintos juristas y economistas que intervinieron, son más bien reducidas y estrechas.

Miguel Casals, presidente de la Academia de Jurisprudencia y Legislación de Cataluña, señaló que la salida de la crisis pasa por las actitudes de los empresarios y de los trabajadores y en muy poca medida por la Generalidad, aunque ésta puede contribuir a crear el clima de opinión que dé al sector privado confianza y al mismo tiempo puede proporcionar cierta infraestructura.

Fabián Estapé comentó la desdicha de Cataluña en cuanto al momento de conseguir su Estatuto, tanto en la República como en el actual régimen, y destacó la magnitud de la crisis económica en que estamos inmersos.

Alejandro Pedrós, catedrático, profundizó en los aspectos fiscales del Estatuto y trató de tranquilizar la inquietud de muchos empresarios por una posible multiplicación de la fiscalidad que recaerá sobre ellos desde el ámbito del Estado central, del autonómico y de las haciendas locales.

José María Puig Salellas, notario, analizó el contenido del Estatuto, las transferencias de poder que supone y las potencialidades del mismo en este campo.

Jacinto Ros Hombravella, economista, se refirió a la posibilidad de una política económica catalana y destacó la dependencia de ésta con respecto a la general del Estado central. Por ello, vino a decir, además de estar en la Generalidad, hay que estar presentes también en la política económica de todo el Estado.

Eduardo Punset, economista, no se refirió en ningún momento al Estatuto y reflexionó sobre la situación de la crisis económica. Destacó el papel que debe jugar el Gobierno ejemplarizando a la sociedad con una actuación seria y de racionalización en el sector público y comentó más adelante la importancia de la reestructuración del sector industrial

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