Leguina: "El Ayuntamiento no da marcha atrás en la reforma fiscal"

«Sea cual fuere la reacción de las organizaciones empresariales, de los empresarios independientes, de los profesionales o de los particulares, el Ayuntamiento de Madrid está dispuesto a terminar la reforma fiscal, iniciada con la modificación de dieciséis ordenanzas municipales en materia fiscal», afirmó ayer, en rueda de prensa, el concejal de Hacienda del Ayuntamiento de Madrid, Joaquín Leguina.

«En concreto», agregó Leguina, «las declaraciones del presidente de la Confederación Empresarial Independiente de Madrid (CEIM), en el sentido de que las empresas madrileñas no pueden soporta...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

«Sea cual fuere la reacción de las organizaciones empresariales, de los empresarios independientes, de los profesionales o de los particulares, el Ayuntamiento de Madrid está dispuesto a terminar la reforma fiscal, iniciada con la modificación de dieciséis ordenanzas municipales en materia fiscal», afirmó ayer, en rueda de prensa, el concejal de Hacienda del Ayuntamiento de Madrid, Joaquín Leguina.

«En concreto», agregó Leguina, «las declaraciones del presidente de la Confederación Empresarial Independiente de Madrid (CEIM), en el sentido de que las empresas madrileñas no pueden soportar la presión fiscal del municipio, son, cuando menos, demagógicas.»En cuanto al impuesto específico sobre gastos suntuarios (que afecta a hoteles, restaurantes, bares, cafeterías y similares), el responsable de la hacienda municipal señaló, a través de una nota oficial, que las últimas manifestaciones realizadas en torno al impuesto, «generadas básicamente por la patronal del sector, tienen una gran dosis de irresponsabilidad, ya que intentan demostrar que este impuesto lleva a la quiebra de la empresa, al paro máximo y al catastrofismo generalizado».

Los señores Leguina y Aymerich señalaron que el mismo no afectará a las empresas populares (hoteles de menos de dos estrellas, restaurantes de menos de dos tenedores, cafeterías de categoría inferior a la segunda) y que, en cualquier caso, el impuesto lo pagará directamente el consumidor ya que se está en trámites con el Ministerio de Comercio y Turismo para que ese impuesto pueda ser consignado en la factura. Para hoteles y restaurantes de cinco tenedores el impuesto será de un 5% sobre la factura, y se reduce gradualmente en un 1,5% a medida que desciende de categoría el local, hasta llegar a un 0 5% para los de dos tenedores o estrellas. El Ayuntamiento recaudará por este concepto ochocientos millones en 1980.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En