Entrevista:

Segurado: "Las empresas ya no soportan la presión fiscal de los ayuntamientos"

El empresariado madrileño estaría dispuesto a colaborar con las autoridades municipales en un plan que cree puestos de trabajo en la provincia y reduzca los desequilibrios comarcales existentes hoy, a cambio de una serie de garantías políticas y económicas que tranquilicen sus recelos ante la situación actual. Los empresarios no se fían de la posibilidad de un incremento de la presión fiscal municipal y de las tentaciones socializantes de la izquierda, aunque no las nombren. José Antonio Segurado, presidente de la Confederación Empresarial Independiente de Madrid (CEIM), tesorero y presidente ...

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El empresariado madrileño estaría dispuesto a colaborar con las autoridades municipales en un plan que cree puestos de trabajo en la provincia y reduzca los desequilibrios comarcales existentes hoy, a cambio de una serie de garantías políticas y económicas que tranquilicen sus recelos ante la situación actual. Los empresarios no se fían de la posibilidad de un incremento de la presión fiscal municipal y de las tentaciones socializantes de la izquierda, aunque no las nombren. José Antonio Segurado, presidente de la Confederación Empresarial Independiente de Madrid (CEIM), tesorero y presidente de la comisión de relaciones internacionales de la CEOE, respondió así a la entrevista solicitada por EL PAIS.

La Confederación Empresarial Independiente de Madrid se creó en febrero de 1978, y desde esa fecha está integrada en la CEOE. Según su secretario de organización, Agustín Mascareñas, agrupa a la mayor parte de grandes, medianos y pequeños empresarios, y se está revelando como una organización eficaz de cara a los fines que pretende. Estos serían fomentar y defender el sistema de libre iniciativa privada y promover el desarrollo empresarial en beneficio del interés general, además de representar los intereses de sus asociados. Hace poco sostuvieron una entrevista con Tierno Galván y salieron satisfechos de la misma, al constatar que el alcalde de Madrid comprendía los argumentos expuestos por ellos.Pregunta. ¿Qué alternativa autonómica defiende la CEIM para Madrid?

Respuesta. Existe una serie de premisas necesarias para enmarcar correctamente el tema: Madrid provincia está en cabeza en industria y servicios. El número de sociedades anónimas que posee es el 50% de las existentes en nuestra nación, con un capital desembolsado de 722.543 millones de pesetas. La contratación de la Bolsa de Madrid, a pesar de la coyuntura y circunstancias adversas, fue, en 1978, de 87.054 millones, y el consumo de energía eléctrica ascendió al 10,52% del total nacional. Su población representa más del 11% del total. Madrid capital es el punto geográfico central de donde arranca toda la red viaria del Estado y de ferrocarriles. Las restantes provincias de la zona geográfica de Castilla-La Mancha constituyen un área con otras características muy diferentes. La posición de determinados políticos y grupos económicos de estas provincias manifiesta reticencias para la integración.

Partiendo de estos presupuestos, sin entrar en consideraciones básicamente políticas y desde el punto de vista empresarial, creemos que Madrid precisa un tratamiento específico, que no pasa necesariamente por el tema autonómico y que muy bien pudiera encajar en asumir el coste de la capitalidad del Estado con una fórmula original que exigirá estudio, diálogo y comprensión. En estos momentos, la CEIM no puede ofrecer la fórmula mágica que solucione tan importante cuestión desde la óptica necesariamente empresarial, pero no cabe duda de que Madrid exige una fórmula específica que debemos decidir los madrileños, entre ellos el estamento empresarial.

P. ¿En qué ha afectado el actual gobierno municipal al desarrollo y las iniciativas del mundo empresarial?

R. En el editorial de nuestro último boletín manteníamos que, después de medio año de las elecciones, Madrid no ha mejorado en nada, y señalábamos la gravedad que supone el que no se estén tomando las medidas que permitan pensar en una mejoría a corto plazo. CEIM se esfuerza en arrimar el hombro con los demás, pero hasta ahora los esfuerzos han sido estériles. Nuestras actividades y gestiones van dirigidas a defender la libre empresa frente a las veleidades socializadoras y frente a la pretensión del aumento de la presión fiscal más allá de los límites que la deteriorada empresa madrileña puede aguantar.

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Lo que pedimos a los ayuntamientos de la provincia es que sean conscientes de la gravedad de la situación de las empresas, poniendo de su mano lo posible para que puedan seguir manteniendo los puestos de trabajo y propiciando la creación de otros nuevos. Con una excesiva presión fiscal, añadida a la del Estado, va a ser imposible conseguirlo. En este sentido, y después de una serie de meses de silencio, hay que señalar que el señor Tierno Galván ha comprendido y aceptado el papel del empresario en la dinámica del municipio de Madrid.

P. ¿Cómo contempla la CEIM la asunción por el Ayuntamiento de temas de política general? ¿El Ayuntamiento debe limitarse a temas estrictamente municipales?

R. Creemos que los ayuntamientos existen para dedicar toda su atención al gobierno municipal, pues ya son demasiados los problemas de la vida comunal como para permitirse el lujo de dedicarse a otros que tienen en estos momentos foros más adecuados. Como contribuyentes directos, pedimos que se gobierne y se haga frente a tantos y tantos temas que esperan solución. CEIM, a través del diálogo, pretende centrar los temas, defender los intereses empresariales y ofrecer fórmulas válidas para buscar soluciones.

No obstante, hay asuntos que inciden en las competencias municipales y que deben ser considerados en aspectos concretos desde una óptica municipal, con criterios prácticos, valorando su coste, pensando en los bolsillos de los contribuyentes del municipio y considerando que de los impuestos estatales también somos solidarios todos. Hay que fijar un orden de prioridades, poner los recursos disponibles en función de las mismas. Y las prioridades, desde nuestro punto de vista, se centran en estos momentos en defender los puestos de trabajo existentes, creando las condiciones óptimas para que esto sea posible. La realidad de la empresa en los momentos actuales es de dificultades de tesorería y financiación, no utilización de la capacidad productiva, rigidez de las plantillas y falta de una idea clara de adónde va la economía. Desde este prisma contemplamos la asunción por los ayuntamientos de temas de índole general.

P. ¿Bajo qué condiciones negociaría la CEIM la reimplantación empresarial en las zonas deprimidas de la provincia, para eliminar los desequilibrios existentes?

R. El empresario, por definición, es emprendedor, creador de riqueza, de puestos de trabajo, y esto lo ha demostrado en Madrid y en toda España. Piénsese lo que era Madrid y el resto de las provincias, desde el punto de vista de la industria y los servicios, en los años treinta. El cambio ha sido profundo desde entonces.

Se podrá decir que el desarrollo industrial no ha sido equilibrado. Ya es tarde para volver atrás en este campo, pero también podemos alegar que se han aprovechado las condiciones que se ofrecieron para la implantación de nuevas empresas.

Pero hemos de tener en cuenta la gravedad de la crisis económica, las incertidumbres producidas por la falta de claridad de las políticas municipales, las dificultades de encontrar suelo urbanizado a costes adecuados, el temor, más que fundado, de un incremento de la presión fiscal municipal, la rigidez del marco de las relaciones. Clarificadas y superadas estas cuestiones, estaríamos en condiciones de hacer realidad nuestros deseos de contribuir a eliminar desequilibrios.

P. ¿Cuál es el espacio político que apoyaría la CEIM?

R. CEIM es una organización empresarial apartidista, condición recogida expresamente por nuestros estatutos; pero defiende la libertad de empresa en el marco de la economía de mercado, que recoge el artículo 38 de la Constitución. Por eso colaborará con espacios políticos que hagan profesión de estos principios y que en la práctica así lo demuestren.

P. Por lo general, los partidos políticos no incluyen en sus programas electorales los planteamientos básicos del empresariado. ¿Origina esto una sensación de constituir un grupo social, en cierta forma, aislado del resto del cuerpo social?

R. Echamos de menos actitudes decididas de nuestros políticos en defensa de la imagen de la empresa. Ser empresario libre en estos momentos es tarea difícil, y nos hemos dado cuenta de que la defensa de estos ideales se realizará fundamentalmente con nuestro esfuerzo, para lo cual creamos organizaciones profesionales independientes, financiadas exclusivamente con nuestras cuotas.

Estamos en los momentos de consolidación de estas organizaciones, CEIM entre ellas, y sabemos que cuanto más fuertes sean, más posibilidades habrá para mantener en la práctica los principios de libre empresa recogidos en nuestro ordenamiento constitucional. Nuestro esfuerzo se dirige ahora primordialmente a que el desarrollo constitucional no los conculque.

A veces tenemos, efectivamente, la sensación de que la clase empresarial es una clase marginada de la atención de los que tienen que adoptar las decisiones que nos afectan. Por eso nuestros deseos de consolidar y ampliar las organizaciones profesionales,

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