Carter concede a China preferencias comerciales

La concesión de un sistema de preferencias comerciales a la República Popular China, anunciada el martes por el presidente Jimmy Carter, será ratificada por el Congreso sin grandes dificultades y supone un importante paso hacia la consolidación de las todavía recientes relaciones entre Washington y Pekín.Al enviar al Congreso un acuerdo comercial con la República Popular China, en el que se reconoce a esta el status de nación más favorecida, Carter hizo algo que venía esperándose desde la primavera pasada. Sin embargo, la concesión a Pekín de ventajas comerciales, de las que todavía no ...

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La concesión de un sistema de preferencias comerciales a la República Popular China, anunciada el martes por el presidente Jimmy Carter, será ratificada por el Congreso sin grandes dificultades y supone un importante paso hacia la consolidación de las todavía recientes relaciones entre Washington y Pekín.Al enviar al Congreso un acuerdo comercial con la República Popular China, en el que se reconoce a esta el status de nación más favorecida, Carter hizo algo que venía esperándose desde la primavera pasada. Sin embargo, la concesión a Pekín de ventajas comerciales, de las que todavía no disfruta la Unión Soviética, representa un cambio en la política seguida por la Administración Carter, frente a las dos potencias comunistas.

Esta cláusula permitirá a China beneficiarse de importantes reducciones en tarifas y gravámenes comerciales, y los dos países se garantizan las mejores concesiones aduaneras hechas a terceros países. Los expertos calculan que el comercio entre Estados Unidos y la República Popular China podrá crecer rápidamente hasta alcanzar un volúmen de 5.000 millones de dólares anuales para 1985. En la actualidad, el intercambio comercial entre Washington y Pekín ronda los 1.200 millones de dólares.

La Unión Soviética fue informada con antelación de que el presidente Carter iba a conceder este régimen preferencial a China, sin que se haya registrado una reacción del Kremlin hasta el momento. La medida, se pensaba ayer en círculos políticos de Washington, añadirá un nuevo elemento de tensión a las relaciones entre las dos superpotencias y no parece sencillo que Carter pueda obtener próximamente las mismas ventajas comerciales para la URSS.

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