EDUCACIÓN

Los paíes iberoamericanos, preocupados por la formación del profesorado

La declaración final del IV Congreso Iberoamericano de Educación señala como uno de los problemas «de especial gravedad» que afectan a la mayoría de los países iberoamericanos, el de la formación del profesorado, «una parte importante del cual no ha sido preparado específicamente para la docencia».

Los quince miembros de la Oficina de Educación Iberoamericana (diecisiete a partir de este IV Congreso, tras la incorporación de Guinea Ecuatorial y del Estado Libre Asociado de Puerto Rico) se refieren también a otros problemas relacionados con la formación del profesorado, pero que, evident...

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La declaración final del IV Congreso Iberoamericano de Educación señala como uno de los problemas «de especial gravedad» que afectan a la mayoría de los países iberoamericanos, el de la formación del profesorado, «una parte importante del cual no ha sido preparado específicamente para la docencia».

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Los quince miembros de la Oficina de Educación Iberoamericana (diecisiete a partir de este IV Congreso, tras la incorporación de Guinea Ecuatorial y del Estado Libre Asociado de Puerto Rico) se refieren también a otros problemas relacionados con la formación del profesorado, pero que, evidentemente, tienen sus raíces en la importancia que los diversos sistemas políticos conceden a la educación.Así, la Declaración de Madrid constata «el desajuste entre la estructura de los sistemas educativos y el número y tipo de profesionales que éstos forman, por una parte, y, de otro lado, las perspectivas de empleo».

Del mismo modo, la OEI considera evidente «el empleo de métodos de enseñanza que no favorecen la actividad del alumno y que no permiten aprovechar los nuevos e importantes recursos que ofrece la tecnología educativa moderna».

Aunque con una manifiesta ambigüedad en los adjetivos, el documento final del Congreso se refiere a «la inadecuación de determinadas estructuras de la administración educativa, así como la carencia en éstas de ciertos servicios necesarios para hacer frente a la creciente demanda de educación y a las nuevas exigencias que plantea la sociedad a los sistemas educativos».

Tras señalar los principios fundamentales de una nueva política educativa, inspirados en el reconocimiento genérico del «derecho de todos a la educación», los Estados miembros de la OEI se proponen un plan de acción coherente con el análisis de los problemas.

Por lo que respecta al profesorado, la Declaración de Madrid contempla la renovación de los sistemas de formación, selección y perfeccionamiento del profesorado y la adopción de normas que garanticen su estabilidad y sus legítimos derechos.

Es evidente que la delegación española, cuyo ministro de Educación ha sido anfitrión y presidente del IV Congreso, habrá tenido muy presente en el momento de suscribir esta declaración que la inestabilidad del profesorado ha sido una de las causas principales de la aguda conflictividad que ha caracterizado el comienzo del curso académico en España.

Varios miles de profesores no numerarios de EGB y de BUP, que ejercieron la docencia durante el curso pasado, no tienen todavía la garantía de contar con un puesto de trabajo este año y, lo que es más grave, la condición de sus contratos administrativos no les confiere el derecho al subsidio de desempleo.

En otro orden de cosas, entre las numerosas resoluciones del IV Congreso Iberoamericano de Educación, destaca la aprobación de los nuevos presupuestos de la OEI. Cabe señalar a este respecto que uno de los objetivos fundamentales del Congreso era el problema de la financiación de este organismo. El futuro no parece haber quedado muy despejado cuando en el cuarto punto de la resolución, que se refiere a las bases financieras de la OEI, se recuerda a los gobiernos de los Estados miembros «la conveniencia de satisfacer las contribuciones comprometidas -sean éstas obligatorias, voluntarias o para fines específicos-, dentro del primer semestre de cada año, así como de saldar los atrasos existentes, con el objeto de facilitar la marcha económica del organismo, evitándole las dificultades que le acarrea la irregular percepción de parte de los fondos».

Destacan también la elección del nuevo secretario general de la OEI, que recayó en el profesor peruano Guillermo Lohman, así como la aceptación del ofrecimiento del Gobierno de Perú para que la ciudad de Lima sea sede del quinto congreso, a realizarse en 1982.

El representante del Gobierno revolucionario de Nicaragua obtuvo del congreso, en el último día de sus sesiones de trabajo, la inclusión de una resolución por la que los Estados miembros de la OEI se comprometen a contribuir a la promoción de la campaña que el pueblo y el Gobierno de Nicaragua han emprendido con el nombre de Cruzada Nacional de Alfabetización.

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