La plantilla de Ford España rechaza la huelga

Las diferencias de estrategia sindical entre Comisiones Obreras y UGT se han dejado sentir en la factoría Ford, de Almusafes, al no conseguir CCOO el apoyo de la asamblea a su propuesta de huelga en respuesta a la última escalada de despidos y sanciones impuestos por la dirección de Ford, que han afectado especialmente a dirigentes de esta central.

Su propuesta no prosperó frente a la posición vencedora de UGT y USO, que ofrecieron la alternativa de mantener el plan de no colaboración para no dificultar más la negociación del convenio. La asamblea decidió, por tanto, no radicalizars...

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Las diferencias de estrategia sindical entre Comisiones Obreras y UGT se han dejado sentir en la factoría Ford, de Almusafes, al no conseguir CCOO el apoyo de la asamblea a su propuesta de huelga en respuesta a la última escalada de despidos y sanciones impuestos por la dirección de Ford, que han afectado especialmente a dirigentes de esta central.

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Su propuesta no prosperó frente a la posición vencedora de UGT y USO, que ofrecieron la alternativa de mantener el plan de no colaboración para no dificultar más la negociación del convenio. La asamblea decidió, por tanto, no radicalizarse frente a la dirección de Ford y proseguir con el boicot a la horas extras y la huelga de los sábados en apoyo de una reducción de la jornada laboral o cuarenta horas.«Para sentarse a negociar con la empresa es necesario dejarse de maximalismos infantiles para que los trabajadores avancen y no retrocedan. Esta huelga», manifestaron fuentes de UGT, «estaba mal planteada porque a cambio no se pedía nada nuevo. ». Por su parte, dirigentes de la central Comisiones Obreras señalaron como razón de su derrota en la votación el cansancio que existe en la plantilla después de una larga lucha reivindicativa mantenida los últimos meses, así como las continuas sanciones, que han desmoralizado al trabajador.

En este sentido, casi la mitad del comité de empresa se encuentra despedido o sancionado. Más de ochenta trabajadores, entre ellos cualificados dirigentes sindicales, resultaron despedidos desde la reapertura de la factoría. Estos, a excepción de cinco, han sido considerados por Magistratura despidos improcedentes, pese a lo cual la empresa se ha negado a readmitirlos, compensándolos con la indemnización correspondiente. En el caso de los delegados sindicales, alguno de ellos viene percibiendo el sueldo íntegro desde hace casi un año, mientras que el Tribunal Central de Trabajo determina el carácter del despido.

Pese al desmantelamiento con que se encuentran las organizaciones sindicales en la factoría, a raíz de la intransigencia de la dirección, representantes de los trabajadores y de la empresa, a petición de la parte laboral, han mantenido contactos de cara a comprometer a la empresa en la negociación del próximo convenio. La empresa se reafirmó en la obligatoriedad de cumplir, hasta finalizar 1979, el laudo dictado por la autoridad laboral, que sólo modifica las retribuciones económicas y mantiene vigente el resto de las condiciones de trabajo pactadas en el convenio de 1977.

La patronal manifestó que estaba abierta a mantener un diálogo claro que facilitara la iniciación de las conversaciones formales a finales de año, si bien en el mantenimiento de la disciplina productiva en el interior de la factoría mantendría la postura ejercida cada vez que la normalidad laboral ha quedado rota en la planta de Almusafes.

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