Los obispos vascos piden que se vote el Estatuto

Los obispos de San Sebastián, Bilbao y Vitoria afirman en una carta pastoral conjunta que «la abstención en el referéndum sobre el Estatuto de autonomía del País Vasco, por comodidad, indiferencia o temor, no puede justificarse». La carta será leída hoy en las iglesias de las tres diócesis con el título Responsabilidad cívica y conciencia cristiana ante el referéndum sobre el Estatuto de autonomía.El documento señala que el derecho de disponer un pueblo de facultades reales de autogobierno debe ser garantizado por la fórmula política que articule a cada pueblo con los demás y con el Est...

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Los obispos de San Sebastián, Bilbao y Vitoria afirman en una carta pastoral conjunta que «la abstención en el referéndum sobre el Estatuto de autonomía del País Vasco, por comodidad, indiferencia o temor, no puede justificarse». La carta será leída hoy en las iglesias de las tres diócesis con el título Responsabilidad cívica y conciencia cristiana ante el referéndum sobre el Estatuto de autonomía.El documento señala que el derecho de disponer un pueblo de facultades reales de autogobierno debe ser garantizado por la fórmula política que articule a cada pueblo con los demás y con el Estado, y ha de ser el resultado de un diálogo entre las partes interesadas, y no fruto de una imposición unilateral del poder central o de un grupo político.

Más adelante, los obispos señalan que «todo ciudadano tiene derecho a votar libremente, sin que nadie se lo entorpezca. Impedir por la intimidación, por la creación de un clima de nerviosismo colectivo, o por cualquier otra forma de coacción, el ejercicio de este derecho es atentar gravemente contra la libertad, la justicia y el espíritu democrático».

Concluye el documento señalando que el resultado del referéndum no refleja, para siempre, la voluntad popular; «pero, realizado en condiciones de libertad y respeto mutuo, es expresión legítima de aquella voluntad y todos los individuos y grupos deben aceptarla como tal. Desconocer y rechazar dicho resultado», prosiguen, «y pretender interpretar los deseos del pueblo prescindiendo de los datos electorales, reflejaría una actitud totalitaria, incompatible con la ética cristiana».

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