Cartas al director

Ruidos en Madrid

Leo en el número de hoy de su diario que Madrid es una de las ciudades más ruidosas del mundo, cosa que no me sorprende. Leo también que desde 1969 existe una ordenanza municipal contra el ruido, y que la Policía Municipal, a través del 092, es la encargada de velar por su cumplimiento. Esto sí que es una sorpresa.La zona de Ciudad Lineal está llena de chalés por cuyos jardines deambulan a sus anchas numerosos perros, durante el día y la noche, en invierno y en verano. Paso noches enteras sin poder dormir debido a los ladridos. Numerosas veces he llamado al 092, he denunciado el casó a la pint...

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Leo en el número de hoy de su diario que Madrid es una de las ciudades más ruidosas del mundo, cosa que no me sorprende. Leo también que desde 1969 existe una ordenanza municipal contra el ruido, y que la Policía Municipal, a través del 092, es la encargada de velar por su cumplimiento. Esto sí que es una sorpresa.La zona de Ciudad Lineal está llena de chalés por cuyos jardines deambulan a sus anchas numerosos perros, durante el día y la noche, en invierno y en verano. Paso noches enteras sin poder dormir debido a los ladridos. Numerosas veces he llamado al 092, he denunciado el casó a la pintoresca Brigada de Protección Ambiental y he ido personalmente a exponer el problema al teniente de alcalde del distrito. La Policía Municipal me ha expresado que su actuación se limita a hacer la correspondiente denuncia e imponer una multa que, naturalmente, nadie paga. La «brigada verde» me dijo que aquello no era cosa suya. La Tenencia de Alcaldía me contestó con un inefable escrito manifestándome que los perros están debidamente registrados y vacunados (!). La Policía Municipal ha acabado por recomendarme que envenene a los perros.

En resumen: la ordenanza de 1969 no vale para nada. La Policía Municipal, tan diligente en retirar coches mal aparcados (y otros que no lo están tanto), no tiene facultades para hacer callar a perros molestos (ni para sancionar a los conductores de motos con escape libre, ni a los camiones humeantes, ni ... ). El ciudadano, como siempre, sigue absolutamente indefenso, y Madrid sigue triunfalmente su camino hacia el primer puesto entre las ciudades más contaminadas, ruidosas, malolientes y, en general, invivibles del mundo.

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