Socialistas y centristas se acercan en Cataluña

Las negociaciones finales del proyecto de Estatuto de Autonomía constituyeron una nueva prueba de la mejora de las relaciones entre las organizaciones catalanas del PSOE y de la UCD, según opinión coincidente de diferentes dirigentes políticos catalanes, en particular los de las organizaciones antes citadas.Paralelamente, en los temas clave se produjo un antagonismo entre, por un lado, los dos partidos citados, y por otro, los comunistas catalanes y el partido de Jordi Pujol. «Tanto los comunistas como Pujol», afirmó un diputado de UCD a EL PAIS, «jugaron a retrasar el proyecto de Estatuto...

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Las negociaciones finales del proyecto de Estatuto de Autonomía constituyeron una nueva prueba de la mejora de las relaciones entre las organizaciones catalanas del PSOE y de la UCD, según opinión coincidente de diferentes dirigentes políticos catalanes, en particular los de las organizaciones antes citadas.Paralelamente, en los temas clave se produjo un antagonismo entre, por un lado, los dos partidos citados, y por otro, los comunistas catalanes y el partido de Jordi Pujol. «Tanto los comunistas como Pujol», afirmó un diputado de UCD a EL PAIS, «jugaron a retrasar el proyecto de Estatuto para tener la posibilidad de organizar una festividad del 11 de septiembre de carácter reivindicativo.»

La implantación de los grandes partidos políticos españoles en Cataluña y, en consecuencia, la aparición del bipartidismo fue la nota de mayor interés político de las dos últimas consultas electorales, en particular la del pasado marzo. Con ello quedaba enterrada la especificidad de las fuerzas políticas catalanas, que había caracterizado al principado en este siglo y muy en especial durante la Segunda República.

La continuidad de este fenómeno con relación a la tramitación parlamentaria del Estatuto es de un gran interés en la perspectiva de intuir las grandes líneas de la carrera hacia la presidencia de la Generalitat, que deberá culminar, en los primeros meses de 1980, con la elección por el Parlamento catalán del primer presidente de la Generalitat plena restablecida bajo la Monarquía.

Fuentes de UCD indicaron que, con toda probabilidad, este partido no estará en disposición de presentar un candidato propio a la elección de presidente de la Generalitat. Al mismo tiempo, estas fuentes desechaban la idea, que siempre ha acariciado Tarradellas, de que el actual presidente provisional pueda llegar a presentarse.

La última pretensión de Tarradellas consiste o consistía en que su nombre encabezara la lista socialista y la de UCD -así como la de Pujol- en las elecciones al Parlamento catalán. Pero interlocutores muy recientes de Tarradellas muestran que el propio padre de tan delicada estrategia estaba poco esperanzado respecto a sus posibilidades de supervivencia política, ante el éxito de los parlamentarios catalanes y del Gobierno español.

Hecha esta salvedad, todo permite apuntar que, por lo menos en su momento inicial, la carrera hacia la presidencia de la Generalitat muestra a una UCD y un PSC-PSOE deseosos de complementarse y de anular a los otros dos rivales (los comunistas y Pujol). De continuar esta tónica de perseverar las malas relaciones entre comunistas y socialistas a nivel municipal catalán, no cabe duda que Joan Reventós -candidato socialista in pectore a la presidencia de la Generalitat- tiene todas las posibilidades de resultar elegido presidente de Cataluña. Como compensación para UCD aparece ya fuera de toda duda que el primer Gobierno autonómico pleno será de unidad catalana, es decir de concentración nacional.

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