Debate parlamentario sobre la amnistía en Brasil

La pregunta que domina los actuales debates sobre el proyecto de amnistía en Brasil, presentado el pasado 27 de junio por el presidente Joáo Batista Figueiredo, es si pueden ser excluidos de la misma los condenados por participar en acciones de terrorismo, a la vez que se incluye en el proyecto a los torturadores de presos políticos.Ante la presión de los militares, el jefe del Estado brasileño decidió que fuesen excluidos del beneficio de la amnistía las personas acusadas de crímenes terroristas, arguyendo que se trataba de «crímenes contra la humanidad». Pero resulta dificil no aplica...

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La pregunta que domina los actuales debates sobre el proyecto de amnistía en Brasil, presentado el pasado 27 de junio por el presidente Joáo Batista Figueiredo, es si pueden ser excluidos de la misma los condenados por participar en acciones de terrorismo, a la vez que se incluye en el proyecto a los torturadores de presos políticos.Ante la presión de los militares, el jefe del Estado brasileño decidió que fuesen excluidos del beneficio de la amnistía las personas acusadas de crímenes terroristas, arguyendo que se trataba de «crímenes contra la humanidad». Pero resulta dificil no aplicar tal calificativo a las torturas de que han sido objeto los presos políticos desde 1968.

Ahora bien, una disposición que en un primer momento pasó inadvertida establece en el citado proyecto que la amnistía debe extenderse a «crímenes de cualquier naturaleza vinculados a los delitos políticos», disposición que parece encaminada, implícitamente, a perdonar a los torturadores que, por otro lado, nunca han sido molestados hasta ahora.

En los medios militares se afirma que los «accidentes que tuvieron lugar en las cárceles corresponden al período de la guerrilla», es decir, a una situación de excepción. A esto replican los diputados de la oposición que lo mismo se puede decir de los actos de terrorismo cometidos en un período en el que era imposible cualquier medio de oposición política normal.

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