La enseñanza de la Constitución no tendrá carácter de signatura

La enseñanza de la Constitución se incluirá en los planes de estudios de Bachillerato y Formación Profesional de primer grado, pero no tendrá el carácter de una asignatura con entidad propia, a tenor de la redacción final del proyecto de ley que ayer fue dictaminado por la Comisión de Educación del Congreso y que será debatido en el Pleno del próximo día 23.

El proyecto de ley por el que habría de regularse el conocimiento del ordenamiento constitucional en la Enseñanza Media fue sometido a las Cortes por el Gobierno, a propuesta del anterior ministro de Educación y Ciencia, Íñigo Caver...

La enseñanza de la Constitución se incluirá en los planes de estudios de Bachillerato y Formación Profesional de primer grado, pero no tendrá el carácter de una asignatura con entidad propia, a tenor de la redacción final del proyecto de ley que ayer fue dictaminado por la Comisión de Educación del Congreso y que será debatido en el Pleno del próximo día 23.

El proyecto de ley por el que habría de regularse el conocimiento del ordenamiento constitucional en la Enseñanza Media fue sometido a las Cortes por el Gobierno, a propuesta del anterior ministro de Educación y Ciencia, Íñigo Cavero. El actual ministro mantuvo el proyecto, pero ha sido precisamente una enmienda del Grupo Centrista la que, a juicio de los grupos Socialista y Comunista, «ha venido a desvirtuar por completo su sentido e intención».La sustitución de la expresión «materia común», que figuraba en el artículo primero del primitivo proyecto, por la de «enseñanzas comunes», en virtud de la enmienda de UCD, viene a cerrar el paso a la posibilidad de que la enseñanza de la Constitución tenga el rango que, en opinión de socialistas y comunistas, sólo podría proporcionárselo el hecho de que tuviera carácter de asignatura. Este era el sentido de las enmiendas, que ambos grupos van a seguir defendiendo en el debate del Pleno del Congreso, tras haber sido derrotadas por los votos de UCD y de CD.

Al explicar su voto contrario a la redacción definitiva del artículo primero, el diputado socialista Luis Gómez Llorente puso de relieve la contrariedad de su grupo ante la manifiesta disparidad de criterios en torno a la cuestión que él parecía advertir entre el actual ministro de Educación, señor Otero Novas, y el anterior titular del departamento, Íñigo Cavero. Precisó el diputado socialista que el propio preámbulo del proyecto de ley que se estaba discutiendo parecía propiciar el que la enseñanza de la Constitución se incluyese en los planes de estudios como asignatura.

Al hilo de estos argumentos, con los que coincidiría posteriormente la representante del Grupo Comunista, Eulalia Vintrá, Luis Gómez Llorente concluyó afirmando que, en realidad, la ley se había vaciado por completo de contenido y que no tenía el menor sentido mantenerla.

Los representantes del Grupo Centrista argumentaron la inconveniencia de dar el carácter de asignatura a la enseñanza de la Constitución, al menos de momento, entre otras razones, porque en ningún otro país tenía esta consideración. No obstante, y en coherencia con la propuesta de la representante de la Minoría Cata lana, María Rubíes, no quedaba descartada la posibilidad de que, al menos, en el tercer curso de BUP y en el COU, en un futuro la enseñanza de la Constitución fuese contemplada como asignatura, e incluso con el sentido e intención que reflejaban las enmiendas de otros grupos. A cambio del apoyo que el grupo de Coalición Democrática prestó al texto de UCD, el partido del Gobierno ha recogido, en una disposición adicional, la aspiración de que el profesorado de la extinguida disciplina de Educación Cívico-Social y Política sea asumido, a partir del 1 de octubre de 1979, por la Administración Civil del Estado, respetando los derechos económicos y, en su caso, académicos que les correspondían en la fecha del real decreto 2.665/77, por el que habían sido cesados.