Inflación, recesión y déficit exterior, consecuencias para Occidente de la subida del petróleo

El fuerte incremento en los precios del crudo adoptado en Ginebra por la OPEP provocó ayer reacciones agrias en los principales países desarrollados, cuyos Gobiernos estiman que el alza representará un duro golpe a sus economías, al frenar su crecimiento y estimular las tensiones inflacionistas y un grave problema para Occidente.

El aumento del precio del crudo, adoptado a tres niveles, representa una nueva estructura de tarifas para las distintas calidades de petróleo, que, de hecho, colocará el precio medio por barril por encima de los veinte dólares. Sólo aquellos países que dependen...

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El fuerte incremento en los precios del crudo adoptado en Ginebra por la OPEP provocó ayer reacciones agrias en los principales países desarrollados, cuyos Gobiernos estiman que el alza representará un duro golpe a sus economías, al frenar su crecimiento y estimular las tensiones inflacionistas y un grave problema para Occidente.

El aumento del precio del crudo, adoptado a tres niveles, representa una nueva estructura de tarifas para las distintas calidades de petróleo, que, de hecho, colocará el precio medio por barril por encima de los veinte dólares. Sólo aquellos países que dependen exclusivamente del petróleo saudita podrán escapar, ligeramente, a las fuertes repercusiones de la subida, pese a que aun así, tendrán que pagar un 24% más por sus importaciones petrolíferas que hace dos meses.El resto, como los países mediterráneos y España, que dependen del petróleo del norte de Africa, verán sus crudos aumentados de precio en más de un 35 %, ya que tendrán que pagar por barril un precio cercano al límite de 23,5 dólares establecido por la OPEP. Las repercusiones, en este sentido, se verán ligeramente aliviadas por el hecho de que el precio del crudo mediterráneo ya estaba situado, en el último mes, en torno a los veinte dólares.

La reacción más dura al incremento adoptado por la OPEP partió, obviamente, de Estados Unidos, cuyo presidente, Jimmy Carter, caracterizó la subida como «un grave problema» para Occidente. Carter, que se encuentra en Tokio en la cumbre de las siete potencias económicas de Occidente, señaló que la decisión de la OPEP «creará problemas a escala mundial».

En términos más concretos, el Departamento norteamericano de Energía, que dirige James Schlessinger, hizo un balance de las repercusiones de la subida en la economía norteamericana y adelantó que el crecimiento económico de Estados Unidos se verá frenado en un punto en 1977, mientras que en 1980 la repercusión será de un 2%.

A este sensible freno hay que añadir en Estados Unidos la ya crítica situación que atraviesa la economía norteamericana. Según un amplio grupo de economistas, si la recesión económica se consideraba inevitable en las circunstancias previas a la reunión de la OPEP, se puede hablar ya de recesión cierta para los años 1980 y 1981. Algunos expertos, más pesimistas, calculan que la economía norteamericana no se recuperará decisivamente hasta 1985.

En cifras, los nuevos precios del petróleo representarán gastos adicionales para el Tesoro norteamericano de unos 10.000 millones de dólares. Estados Unidos importa un 49% de su consumo de petróleo y, en esta perspectiva, la factura energética de Estados Unidos a final de año se elevará a 45.000 millones de dólares.

Dentro de este contexto, la decisión de los siete grandes en Tokio de reducir el consumo de petróleo en los dos próximos años a los niveles de 1977 viene a significar que EEUU, teóricamente, no aumentará por encima de dichas cifras su cuenta petrolífera, pero todavía muchos expertos opinan que esta meta resultará inalcanzable.

México sube sus precios

Un hecho a considerar es la decisión de ayer de México, país no englobado en la OPEP, que ha anunciado inmediatamente una subida de sus crudos a niveles similares a los de la OPEP. Eso implica que la economía norteamericana no se podrá beneficiar de sus contratos favorables con México para el suministro de petróleo, aunque el portavoz oficial mexicano se negó a adelantar en cuánto se fijará el precio del crudo azteca, previamente situado en 17,50 dólares.En los países de la CEE, la subida de los crudos ha provocado también repercusiones inmediatas. Los expertos de la CEE subrayan la «gran incidencia» de la nueva subida sobre las balanzas de pagos de los «nueve», que obligará a serios reajustes de sus políticas económicas.

En Bélgica, por ejemplo, la nueva alza del crudo incrementará en doscientos millones de dólares se cuenta energética en sólo los seis meses que quedan de este año.

Esta subida se considera inmediata en Gran Bretaña, donde fuentes oficiales -informa Efe adelantaron ayer que el precio del carburante super experimentará un incremento de once pesetas por galón de cuatro litros y medio.

En Francia, y según informa nuestro corresponsal en París, el primer ministro, Raymond Barre, anunció ayer que la subida significará para el país galo «déficit, inflación y depresión». Para Francia, el incremento supondrá 2.300 millones de dólares más de gastos en este último semestre, dentro de su abultada factura petrolífera anual de 18.400 millones de dólares.

El primer ministro francés determinó que el déficit de la balanza de pagos será una cosa cierta este año, pese a la recuperación que experimentó en 1978.

En la RFA, medios oficiales predicen que el mayor efecto se dejará sentir en el índice del coste de la vida. En tal sentido, tendrá que subir el petróleo de calefacción, que representa un 45 % del consumo en Alemania Federal, y también la gasolina, aunque el Gobierno ha adelantado que impondrá límites de velocidad en las carreteras.

De la ONU vienen también noticias de que la subida tendrá fuertes repercusiones en los países en desarrollo, pese a la creación por la OPEP de un fondo especial de asistencia al desarrollo que aliviará las tensiones en las balanzas de pagos de estos países. No obstante, este fondo, de un monto de ochocientos millones de dólares, tendrá que ser aprobado todavía por los ministros de Finanzas de los países miembros de la OPEP.

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