Los diputados catalanes, inquietos por la lentitud del proceso autonómico

El ministro de Administración Territorial, Antonio Fontán, se comprometió ayer, en la sesión informativa de la Comisión del Congreso de los Diputados, correspondiente a su departamento, a trasladar al Gobierno la tensión reflejada por los diputados catalanes sobre la lentitud del proceso autonómico de Cataluña, incluida la advertencia del socialista Josep María Obiols en torno al peligro de euskaldunización de Cataluña. La mayor parte de las cuatro horas de sesión estuvo dedicada a la explicación, por parte del ministro, de las líneas generales de la legislación local proyectada por el ...

El ministro de Administración Territorial, Antonio Fontán, se comprometió ayer, en la sesión informativa de la Comisión del Congreso de los Diputados, correspondiente a su departamento, a trasladar al Gobierno la tensión reflejada por los diputados catalanes sobre la lentitud del proceso autonómico de Cataluña, incluida la advertencia del socialista Josep María Obiols en torno al peligro de euskaldunización de Cataluña. La mayor parte de las cuatro horas de sesión estuvo dedicada a la explicación, por parte del ministro, de las líneas generales de la legislación local proyectada por el Gobierno y a responder a las inquietudes de los diputados sobre los conflictos existentes entre la Administración central y local.El señor Fontán eludió toda referencia al enfoque centrista del proceso autonómico en marcha y limitó su intervención inicial a ilustrar a los diputados de la Comisión de Administración Territorial sobre la próxima ley de régimen local, habida cuenta del marco constitucional de autonomía municipal y provincial al que habrá de adaptarse. Asimismo, informó sobre el momento actual de las preautonomías.

En respuesta al socialista Joaquín Navarro, que se interesó sobre los términos «restrictivos y regresivos» del actual funcionamiento de los entes preautonómicos, el ministro de Administración Territorial expresó su propósito de dar la máxima elasticidad a la transferencia de competencias. El también socialista José Bono preguntó sobre la suspensión de acuerdos de los ayuntamientos que vienen realizando los gobernadores civiles, y concretamente el de Albacete. El señor Fontán recordó el recurso contencioso administrativo que puede plantearse contra tales suspensiones y el señor Bono insistió en el peligro de que la actitud de los gobernadores civiles neutralice en favor del partido gubernamental el resultado de las elecciones municipales.

Un extenso catálogo de preguntas del socialista Luis Fajardo fue contestado por Antonio Fontán, en esencia, del siguiente modo: la capacidad normativa de las corporaciones locales no las convertirá en parlamentos de ámbito local; la imposición directa de los ayuntamientos, que actualmente está en una proporción del 9 % respecto a la del Estado, no pasará al 25 % como en algunos países europeos, pero es posible que sí alcance el 15%; las competencias locales no serán excluyentes, teniendo en cuenta que los ciudadanos del Estado son los mismos vecinos de los municipios, y aseguró que no van a sacralizarse las actuales mancomunidades insulares. El señor Fontán anunció la posible aprobación, por un Consejo de Ministros próximo de las retribuciones a los alcaldes y concejales con dedicación exclusiva, así como el aumento progresivo de las medidas encaminadas a reducir la deuda municipal.

En el diálogo con los diputados, el señor Fontán anticipó la próxima eliminación del impedimento a los ayuntamientos para que modifiquen los nombres de las calles, aludió al juego de la oferta y la demanda -expresión que más tarde reconoció desafortunada-, que rige la transferencia de competencias a los entes preautonómicos, y aceptó que la Generalidad de Cataluña es acreedora en relación a otros entes preautonómicos. Respecto a la «paciencia bíblica de los catalanes» y al peligro de euskaldunización de Cataluña, el ministro de Administración Territorial declaró que tomaba nota de la tensión expresada por los catalanes y que trasladaría al Gobierno le oído.