Cartas al director

Estafadores del Estado

La picaresca del paro. Hay parados que lo están porque no quieren trabajar, otros, porque no encuentran trabajo. Entre los primeros están los de numerosas profesiones que les avisan para que vayan a trabajar y no van, porque cómodamente cobran el subsidio de paro y no les interesa trabajar en su oficio o de otro distinto al suyo. Hay multitud de trabajos que los puede hacer cualquiera, sin estar especializados, que podrían ocupar muchos de estos parados; otra serie de auténticos vagos son los que entran al trabajo y, apenas llevan un mes, más o menos, se autoaccidentan o no cumplen con su obli...

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La picaresca del paro. Hay parados que lo están porque no quieren trabajar, otros, porque no encuentran trabajo. Entre los primeros están los de numerosas profesiones que les avisan para que vayan a trabajar y no van, porque cómodamente cobran el subsidio de paro y no les interesa trabajar en su oficio o de otro distinto al suyo. Hay multitud de trabajos que los puede hacer cualquiera, sin estar especializados, que podrían ocupar muchos de estos parados; otra serie de auténticos vagos son los que entran al trabajo y, apenas llevan un mes, más o menos, se autoaccidentan o no cumplen con su obligación para que los echen, y así vuelven a apuntarse nuevamente al paro, para seguir cobrando un jornal que no dieron y que les permite visitar la taberna a costa del Estado, que somos todos nosotros.Otro tipo de parados son los que aprovechan cualquier tipo de dolencia o Fingiendo la misma acuden al médico alegando que les duele esto o lo otro con el fin de conseguir la baja del médico, en algunos casos están en esta situación de enfermos un año.

Estos «pacientes», en muchos casos han cambiado de patrono, o siguen trabajando en sus tierras u otras ocupaciones, porque las dolencias que alegaban al médico no les impide seguir trabajando, por ser menos que leves en muchos casos. Llamamos la atención a las autoridades competentes para que se monte una severa inspección en la capital de cada provincia, que visiten todos los pueblos y se sancionen con energía obligándoles a devolver el dinero que cobraron ilegalmente, o privarles de la Seguridad Social durante cierto tiempo. Sería eficaz que los medios de difusión, prensa, radio, televisión y sindicatos se preocuparan de anunciar estas sanciones dirigidas a quienes tratan mediante el engaño de cobrar un trabajo que no realizaron.

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