La empresa Minas de Figaredo pasará al sector público

El último Consejo de Ministros acordó iniciar las negociaciones precisas para integrar la empresa Minas de Figaredo en el sector público con personalidad jurídica diferente a la de cualquier empresa estatal ya constituida, según informó ayer a EL PAÍS el gobernador civil de Asturias, Fernando Jiménez. La referencia oficial de lo tratado por el Consejo de Ministros omitió este asunto.

La integración de Minas de Figaredo en el sector público se llevará a cabo en unas condiciones que garanticen el mantenimiento de una productividad adecuada.Durante las negociaciones, que se realizarán con ...

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El último Consejo de Ministros acordó iniciar las negociaciones precisas para integrar la empresa Minas de Figaredo en el sector público con personalidad jurídica diferente a la de cualquier empresa estatal ya constituida, según informó ayer a EL PAÍS el gobernador civil de Asturias, Fernando Jiménez. La referencia oficial de lo tratado por el Consejo de Ministros omitió este asunto.

La integración de Minas de Figaredo en el sector público se llevará a cabo en unas condiciones que garanticen el mantenimiento de una productividad adecuada.Durante las negociaciones, que se realizarán con todas las partes implicadas, el Gobierno asegurará a los trabajadores la percepción de sus salarios, una vez restablecida la normalidad laboral. Toda la plantilla se encuentra actualmente en huelga indefinida, ante la falta de una respuesta concreta de la Administración sobre el futuro de esta explotación minera privada, abocada al cierre si no interviene el Estado.

Minas de Figaredo tiene una plantilla de 1.600 trabajadores; su activo es de 2.000 millones de pesetas y el pasivo de cuatrocientos millones, según los propietarios.

Las centrales sindicales CCOO y UGT defendían la integración de Minas de Figaredo en Hunosa por la cantidad de (30 millones de toneladas) y la calidad de sus carbones coquizables, por su inferior coste de explotación y por la necesidad de mantener sus puestos de trabajo en una comarca como es la cuenca del río Caudal, que viene perdiendo 1.200 puestos de trabajo al año, según fuentes sindicales.

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