Sin cambios en la política exterior

La política exterior ha sido uno de los temas más silenciados de la campaña electoral británica, sin duda porque las cuestiones -sociales y económicas- que preocupan al pueblo británico en estos comicios son principalmente de orden interno. Y, sin embargo, si el Partido Conservador vence en las elecciones que se celebraron ayer, no solamente habrá reemplazo de secretario del Foreign Office, sino que Londres adoptará una serie de cambios en su política internacional.El cambio más importante, a juzgar por los manifiestos electorales que ambos partidos han publicado en días anteriores, afectará a...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La política exterior ha sido uno de los temas más silenciados de la campaña electoral británica, sin duda porque las cuestiones -sociales y económicas- que preocupan al pueblo británico en estos comicios son principalmente de orden interno. Y, sin embargo, si el Partido Conservador vence en las elecciones que se celebraron ayer, no solamente habrá reemplazo de secretario del Foreign Office, sino que Londres adoptará una serie de cambios en su política internacional.El cambio más importante, a juzgar por los manifiestos electorales que ambos partidos han publicado en días anteriores, afectará a la política hacia el Africa Austral, región donde los intereses británicos todavía son intensos pese al ensombrecimiento paulatino que ha experimentado la presencia mundial de la Corona británica desde la segunda guerra mundial.

Más información

En la cuestión africana, los torys pueden ser menos exigentes no sólo con los rodesianos (los laboristas han visto con malos ojos las recientes elecciones patrocinadas por Smith) sino que públicamente han adelantado que «ahora es el momento» para estrechar unas relaciones con el Gobierno surafricano que los laboristas han desatendido siguiendo una política cauta de compromisos, con otros Gobiernos africanos. Así, habrá un acercamiento a Pretoria, una posición más favorable a la política de entendimiento con la mayoría negra moderada rodesiana (Muzorewa y sus seguidores), lo que culminaría en un eventual levantamiento de sanciones a Salisbury, y un acercamiento a las posiciones surafricanas en la cuestión de Namibia.

En cuanto al tema europeo, la diplomacia británica, sea conservadora o laborista, seguirá con las mismas dudas respecto a su integración en la Comunidad Económica Europea. En este sentido, habrá diferencias de estilo pero nunca en la cuestión de fondo: Londres persigue satisfacer las enormes presiones a las que el pueblo británico les somete con la cuestión de la CEE, tendentes a lograr mayores compensaciones económicas por su pretenencia a la Comunidad. El tema de la OTAN y la defensa seguirá inamovible, quizá con un mayor apoyo conservador a las ideas norteamericanas de fortalecer la OTAN.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En