Asesinados dos guardias civiles en Villafranca de Ordicia

Dos guardias civiles vestidos de paisano fueron acribillados a balazos, a las once y media de la mañana de ayer, en la localidad guipuzcoana de Villafranca de Ordicia, cuando se dirigían en un automóvil particular a la estafeta de correos para hacerse cargo de la correspondencia diaria.

En pleno centro de la villa, y ante la presencia de numerosas personas que transitaban por el lugar, un joven saltó frente al automóvil en el que viajaban las víctimas y abrió fuego a bocajarro contra los ocupantes del vehículo con la metralleta que ocultaba en un anorak. La primera ráfaga la ...

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Dos guardias civiles vestidos de paisano fueron acribillados a balazos, a las once y media de la mañana de ayer, en la localidad guipuzcoana de Villafranca de Ordicia, cuando se dirigían en un automóvil particular a la estafeta de correos para hacerse cargo de la correspondencia diaria.

En pleno centro de la villa, y ante la presencia de numerosas personas que transitaban por el lugar, un joven saltó frente al automóvil en el que viajaban las víctimas y abrió fuego a bocajarro contra los ocupantes del vehículo con la metralleta que ocultaba en un anorak. La primera ráfaga la dirigió contra el conductor, para inmediatamente situarse en el costado derecho del turismo y volver a apretar el gatillo hasta vaciar el cargador. El Simca 1200 matrícula SS-2.480-1- en el que viajaban los dos guardias civiles, fue a estrellarse contra la puerta metálica del Palacio del Marqués y más tarde se pudo comprobar que presentaba numerosos impactos de bala.El agresor, una vez cumplido su objetivo, en una acción que duró escasos segundos, ocultó de nuevo su arma en el anorak y junto a otro compañero que se encontraba en el lugar del suceso se dirigió hacia la calle Mayor, donde un tercer miembro del comando esperaba al volante de un Seat 127, en el que emprendieron veloz huida. El vehículo, matriculado en San Sebastián, había sido robado a punta de pistola a las ocho de la mañana, en Villafranca de Ordicia, y su propietario, bajo la amenaza de las armas, fue conducido al cementerio de la localidad donde los agresores le maniataron.

Los dos guardias civiles heridos de muerte fueron trasladados a la clínica San Miguel de la vecina localidad de Beasain, donde ingresaron cadáveres. Existen testigos, al parecer, que aseguran que los jóvenes llevaban esperando varias horas el paso de los guardias civiles en las proximidades del mercado de productos del campo, que tradicionalmente se celebra en esta villa todos los miércoles.

El guardia civil José Maestre Rodríguez, de veintisiete años, casado y sin hijos, natural de Arroche (Huelva), fue alcanzado por unas doce balas. Su compañero, Antonio Pena Solís, de veintiséis años, soltero y natural de la localidad granadina de Valo, presentaba al menos diez impactos de bala.

A últimas horas comenzaban a llegar a las redacciones los comunicados de condena por este nuevo acto de violencia. El texto distribuido por el PCE, que recuerda la muerte de uno de sus militantes en Madrid a manos de un comando nazi, hace constar que la consecución de la paz pasa en estos momentos por la disolución de las bandas fascistas y el cese del terrorismo de ETA.

ETA militar reivindica los últimos atentados

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La rama militar de ETA ha asumido la responsabilidad de los últimos atentados llevados a cabo en el País Vasco y afirma, concretamente, ser la autora del ametrallamiento el 28 de abril, en la localidad vizcaína de Durango, del policía municipal Pedro Ruiz Rodríguez, que resultó muerto. La organización armada reivindica también la colocación del artefacto explosivo en la localidad guipuzcoana de Oñate, que causó heridas mortales, el pasado lunes, al guardia civil Juan Díaz Román, al hacer explosión cuando éste lo manipulaba. ETA militar informa por último que miembros de la organización colocaron, en la madrugada del mismo lunes, el artefacto que destruyó parcialmente las oficinas de la Renault en la capital vizcaína.

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