Nuevo ataque de Bazargan contra los comités islámicos

El primer ministro iraní, Mehdi Bazargan, relanzó ayer su vieja campaña contra el poder de los llamados comités revolucionarios y, en un largo discurso a la nación, pidió su colaboración para acabar con la anarquía y la «politica de revancha».

Al mismo tiempo, Bazargan anunciaba una ligera modificación de su Gabinete, cuya cartera de Exteriores, sin cubrir tras la dimisión de Karim Sandjabi, pasó a manos del doctor Ibrahim Yazdi, hasta ahora subsecretario de Asuntos Revolucionarios.Sandjabi, líder del Frente Nacional, dimitió la semana pasada en protesta por la actividad inusitada de lo...

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El primer ministro iraní, Mehdi Bazargan, relanzó ayer su vieja campaña contra el poder de los llamados comités revolucionarios y, en un largo discurso a la nación, pidió su colaboración para acabar con la anarquía y la «politica de revancha».

Al mismo tiempo, Bazargan anunciaba una ligera modificación de su Gabinete, cuya cartera de Exteriores, sin cubrir tras la dimisión de Karim Sandjabi, pasó a manos del doctor Ibrahim Yazdi, hasta ahora subsecretario de Asuntos Revolucionarios.Sandjabi, líder del Frente Nacional, dimitió la semana pasada en protesta por la actividad inusitada de los comités revolucionarios, responsables desde el inicio de la revolución islámica de las Ias condenas de muerte y ejecuciones registradas en Irán. Ahora, la postura de Sandjabi está apoyada por Bazargan, que anteayer escarió a un misterioso atentado.

Respecto a la sustitución en Exteriores, contra lo que se creyó en un primer momento, Yazdi -según la agencia iraní de prensa -no presentó su dimisión del cargo de subsecretario, sino que ha sido cambiado por decisión de Bazargan.

No hay duda ninguna de que el cambio entraña una debilitación de Yazdi, íntimamente ligado al ayatollah Jomeini.

Con la pérdida de influencia de Yazdi es probable que se produzca también un debilitamiento del «espíritu de venganza» y una suavización del fervor revolucionario islámico, cosas ambas por las que el mismo Bazargan abogó también.

Efectivamente, tras este pequeño reajuste ministerial, Bazargan abogó por la desaparición «del espíritu de venganza, de enernistad y de malevolencia, a fin de poder reconstruir rápidamente el país».

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Para curarse en salud y no ser tachado de cómplice de ese espíritu que quiere desterrar, Bazargan añadió inmediatamente que él no ha tenido nada que ver con los tribunales revolucionarios.

Palabras más fáciles de creersi se tiene en cuenta que acababa de sustituir a Yazdi por el liberal Hussein Bani-Assedi, a quien confió el cargo de subsecretario ministro para la «cooperación entre el Gobierno y el pueblo».

Cabe advertir de paso que ni Bazargan ni los medíos informativos iraníes han aludido para nadau un posible intento de asesinato del primer ministro, al que parece que esta mañana se le acercó un hombre armado.

En el plano económico, el mejor signo de normalidad lo presenta la producción de petróleo. Según la compañía nacional iraní de petróleos, en el mes iraní comprendido entre el 21 de marzo y el 20 de abril, la producción media ha sido de 3,6 millones de barriles diarios -la exportación de 2,9 miliones- y el refino para necesidades del consumo interior de 700.000 barriles por día.

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