Ofensiva diplomática española para afianzar las relaciones con Marruecos, Argelia y Mauritania

El Gobierno español prepara una ofensiva diplomática en el Magreb destinada a estabilizar la normalización de las relaciones con Marruecos, Argelia y Mauritania, al margen de la crisis del Sahara y en búsqueda de una sítuación neutral y equidistante que le permita, en un futuro inmediato, el relanzamiento de una cooperación política, económica y comercial con los tres países. Asimismo España respetará los compromisos que tiene contraídos en el área y manteniendo su posición de defensa del principio de autodeterminación del pueblo saharaui, de acuerdo con las resoluciones de la ONU.En este cont...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El Gobierno español prepara una ofensiva diplomática en el Magreb destinada a estabilizar la normalización de las relaciones con Marruecos, Argelia y Mauritania, al margen de la crisis del Sahara y en búsqueda de una sítuación neutral y equidistante que le permita, en un futuro inmediato, el relanzamiento de una cooperación política, económica y comercial con los tres países. Asimismo España respetará los compromisos que tiene contraídos en el área y manteniendo su posición de defensa del principio de autodeterminación del pueblo saharaui, de acuerdo con las resoluciones de la ONU.En este contexto se insertan los próximos viajes del presidente Suárez a Argelia el próximo día 30, del rey don Juan Carlos a Marruecos en la primera quincena dejunio y del ministro de Asuntos Exteriores, Marcelino Oreja, a Mauritania, muy posiblemente la semana próxima. Con motivo de estos tres desplazamientos, con los que se intenta equilibrar los viajes a uno y otro país, y con la intención de coordinar el relanzamiento de esta política han sido convocados a Madrid los embajadores de España en Argel, Rabat y Nuachott que recibirán instruccíones.

El objetivo esencial de toda esta operación está en la búsqueda de una estabilidad de las relaciones diplomáticas de España con estos tres países vecinos. En el Ministerio de Asuntos Exteriores se considera que el momento es óptimo ya que España ha sabido quedar al margen del conflicto del Sahara manteniendo sus compromisos políticos (respecto del derecho de autodeterminación saharaui de acuerdo con la ONU y supresión de la venta de armas a los países enfrentados en la crisis del Sahara). Asimismo, en el palacio de Santa Cruz se señala que España sí está dispuesta a ofrecer sus buenos oficios o a servir de correa de transmisión en toda gestión política o diplomática que pueda facilitar un acuerdo pacífico de la zona.

Por otra parte, el Gobierno de Madrid espera poder reforzar su neutralidad y su equilibrio diplomático con estos tres países poniendo en marcha una política de desarrollo de la cooperación existente con Marruecos, Argelia y Mauritania en los planos político, económico y cultural. Los acuerdos de pesca, las posibles incidencias del proceso de integración de España en la CEE, las compras de productos energéticos por parte de Espafía Y numerosos proyectos de cooperación técnica y comercial, pueden situarse en el centro de relanzamiento de estas políticas de cooperación, congeladas en los últimos meses por la crisis de las relaciones hispano-magrebíes.

Archivado En