Gran Bretaña reconoce al nuevo régimen uganda

Gran Bretaña se ha convertido en el primer Estado no africano que reconoce formalmente al nuevo régimen ugandés. Según una dleclaración del Foreign Office, el Gobierno del doctor Yusuf Lule parece controlar firmemente las riendas del poder en Kampala. Londres rompió sus relaciones diplomáticas con el derrocado presidente Idi Amin hace tres años.Una parte del combinado invasor tanzano-ugandés ha rebasado la ocupada capital de Uganda y concentra sus esfuerzos en la captura de Amin, cuyo paradero se desconoce. De las dos versiones que circulan en Londres, la primera -facilitada por soldados ugand...

Gran Bretaña se ha convertido en el primer Estado no africano que reconoce formalmente al nuevo régimen ugandés. Según una dleclaración del Foreign Office, el Gobierno del doctor Yusuf Lule parece controlar firmemente las riendas del poder en Kampala. Londres rompió sus relaciones diplomáticas con el derrocado presidente Idi Amin hace tres años.Una parte del combinado invasor tanzano-ugandés ha rebasado la ocupada capital de Uganda y concentra sus esfuerzos en la captura de Amin, cuyo paradero se desconoce. De las dos versiones que circulan en Londres, la primera -facilitada por soldados ugandeses que se han rendido- le sitúa en la ciudad norteña de Jinja, reagrupando a algunos centenares de leales y al frente de una unidad de carros de combate, a los que apenas queda combustible. Otras informaciones aseguran que Idi Amin ha sido visto en la frontera con Zaire, cerca de su ciudad natal, Arua, al volante de su propio jeep.

Otro de los personajes clave del derribado régimen ugandés, el asesor británico de Amin, Bob Astles, está en poder de las autoridades de Kenia y está siendo sometido a interrogatorio. Varios testigos presenciales coinciden con señalar que fue Astles quien ordenó la ejecución de los cuatro periodistas europeos que cayeron la semana pasada en manos de las fuerzas de Amin. Radio Nairobi no ha confirmado oficialmente la detención de Bob Astles, con quien, al parecer, permanecen arrestadas algunas docenas de jefes militares ugandeses que huyeron a Kenia las días pasados.

Las primeras estimaciones cifran en alrededor de mil los defensores muertos en la «batalla de Kampala». Han sido recogidos más de doscientos cadáveres de soldados ugandeses y, según fuentes tanzanas, al menos otros seiscientos esperan ser desenterrados de entre los escombros provocados por los intensos bombardeos artilleros. Varios miles de soldados de Idi Amin, por otra parte, se estarían entregando en diversas zonas del país. Parece que se están evitando las matanzas y que quienes capitulan son agrupados y conducidos al sur de Uganda.