Confirmada la pena de muerte contra el ex primer ministro de Pakistán

El Tribunal Supremo de Pakistán confirmó ayer la pena de muerte en la horca contra el ex primer ministro Zulfikar Ali Bhutto, acusado de haber ordenado el asesinato de un rival político suyo. Tras esta decisión, adoptada por cuatro votos contra tres, los abogados de Bhutto han solicitado una revisión de la sentencia y han conseguido aplazar la ejecución una semana, mientras varios Gobiernos occidentales han dirigido mensajes al presidente, general Zia Ul-Haq, solicitándole clemencia.

Si la petición de revisión de la sentencia fuese denegada, a Bhutto le queda el recurso de solicitar cle...

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El Tribunal Supremo de Pakistán confirmó ayer la pena de muerte en la horca contra el ex primer ministro Zulfikar Ali Bhutto, acusado de haber ordenado el asesinato de un rival político suyo. Tras esta decisión, adoptada por cuatro votos contra tres, los abogados de Bhutto han solicitado una revisión de la sentencia y han conseguido aplazar la ejecución una semana, mientras varios Gobiernos occidentales han dirigido mensajes al presidente, general Zia Ul-Haq, solicitándole clemencia.

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Si la petición de revisión de la sentencia fuese denegada, a Bhutto le queda el recurso de solicitar clemencia al presidente paquistaní, que le derrocó mediante un golpe militar en julio de 1977. Sin embargo, el ex primer ministro ha declarado que no pedirá clemencia, ya que prefiere morir ahorcado antes que admitir la acusación de asesinato por la que fue condenado a muerte. Por su parte, el presidente, Zia Ul-Jaq, ha hecho saber ya que se atendrá al fallo del Tribunal Supremo. Según los observadores al margen de la convicción de las pruebas utilizadas contra Bhutto, en el proceso ha predominado una especie de ajuste de cuentas por parte de las actuales autoridades militares paquistaníes.El delito del que ha sido acusado Bhutto y que ha provocado también la condena a muerte, confirmada también ayer, de cuatro miembros de la policía de seguridad, se remonta a noviembre de 1974, cuando fue asesinado en una emboscada Nawab Mohammed Ahmad Jan, padre del dirigente de la oposición Ahmed Reza Kasuri, que resultó ileso en el atentado.

La confirmación de la sentencia ha suscitado reacciones entre varios Gobiernos occidentales. Así, el primer ministro británico, James Callaghan, hizo ayer un llamamiento personal al presidente de Pakistán para que perdone la vida a Ali Bhutto. Por su parte, el Gobierno de la República Federal de Alemania advirtió ayer al de Pakistán acerca de las negativas consecuencias que acarrearía la ejecución del ex primer ministro.

Por otro, lado, Nawaz Bhutto, hijo del ex primer ministro paquistaní declaró ayer en Londres que la ejecución de su padre desencadenará en Pakistán una sangrienta guerra civil. Las organizaciones que representan a más de 300.000 paquistaníes residentes en Gran Bretaña han anunciado una campaña de protestas, entre las que se incluye el boicot a los bancos paquistaníes y a las líneas aéreas nacionales.

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Medidas de seguridad

Mientras tanto, en Pakistán la confirmación de la sentencia ha estado precedida de drásticas medidas de seguridad. Cerca de quinientos seguidores de Bhutto fueron detenidos y las fuerzas de seguridad fueron desplegadas en los centros neurálgicos de la capital. Los colegios y universidades fueron cerrados ayer en previsión de, manifestaciones violentas contra la decisión del Tribunal Supremo.

Entre las detenciones practicadas figura la de la esposa de Bhutto, Nursat, quien, sin explicaciones, fue trasladada a una casa (le la capital, donde las autoridades retienen a su hija Benazir. Ambas mujeres capitanearon la «cruzada» en favor de la liberación de Bhutto.

La detención de Bhutto hace diecisiete meses fue seguida por violentas manifestaciones de protesta contra las autoridades militares.

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