Oreja se entrevistó con Kosiguin, durante dos horas, en el Kremlin

Escasa importancia se concede en la Unión Soviética a la visita del ministro español de Asuntos Exteriores, Marcelino Oreja. Bien es cierto que parece que el representante español no tiene mucho interés por negociar con este país. «He hecho ante el jefe del Gobierno soviético, señor Kosiguin, los análisis globales y expositivos sobre la política internacional», nos dijo ayer tarde el ministro Oreja. Esta frase puede resumir el carácter, vago y abstracto, de la visita.

Si algo interesa en estos momentos en las relaciones entre España y la URSS es el tema del terrorismo, tema sobre el que...

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Escasa importancia se concede en la Unión Soviética a la visita del ministro español de Asuntos Exteriores, Marcelino Oreja. Bien es cierto que parece que el representante español no tiene mucho interés por negociar con este país. «He hecho ante el jefe del Gobierno soviético, señor Kosiguin, los análisis globales y expositivos sobre la política internacional», nos dijo ayer tarde el ministro Oreja. Esta frase puede resumir el carácter, vago y abstracto, de la visita.

Si algo interesa en estos momentos en las relaciones entre España y la URSS es el tema del terrorismo, tema sobre el que recaen acusaciones a los servicios secretos de la Unión Soviética. Preguntado el señor ministro respondió: «Hemos tratado los medios para luchar contra el terrorismo. No puedo decir más. Existe una cooperación internacional para resolver este grave problema.» El ministro español de Asuntos Exteriores contestó así, de una manera tan ambigua, a la pregunta concreta formulada por EL PAIS: «Señor ministro: ¿qué respuesta le ha dado la Unión Soviética a la acusación hecha en los medios de información españoles sobre la vinculación de ETA con los servicios de seguridad del Estado soviético (KGB)?»Sin embargo, Oreja Aguirre. se apresuró a colocar en las primeras horas de la mañana de ayer una corona de flores en la tumba del soldado desconocido. Nadie nos ha dado respuesta a la pregunta de por qué no ha ido a visitar el mausoleo de Lenin, que, por otra parte, se encuentra próximo a la tumba visitada por el ministro. Parece ser que se trata de un «problema político».

Al mediodía, el señor Oreja se entevista con el presidente del Consejo de Ministros, señor Kosiguin, quien regresó ayer a Moscú aquejado de una dolencia bucal y tuvo que someterse a la extracción de una muela. Gracias a esta repentina enfermedad, el señor Oreja no tuvo que desplazarse al norte del Cáucaso donde el líder soviético descansaba desde hace unos días. Más de dos horas duró la conversación entre Oreja y Kosiguin. El ministro español habló largamente sobre la preparación de la Conferencia de Seguridad y Cooperación que se celebrará en Madrid en 1980, y sobre «temas internacionales ». Pocos datos más se conocen a través del ministro español, quien ha resaltado que su conversación se centró en temas económicos.

Tenía que venir

No es una frase muy afortunada, pero es cierta: «Vuestro ministro ha venido porque tenía que venir», nos ha dicho un funcionario soviético. Pero el viaje sólo está justificado si se considera necesaria la presencia de un importante representante del Gobierno español para valorar debidamente las relaciones entre ambos países. No se esperan declaraciones especiales, pero sí un interés evidente de la Unión Soviética por que las relaciones entre ambos países lleven un ritmo normal y aceptable dentro de las líneas que caracterizan las vinculaciones de este país con el resto de los países occidentales.

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