Carter, Giscard, Schmidt y Callaghan estudiarán "el estado del mundo"

Los analistas internacionales atribuyen escaso significado a la reunión que mañana y pasado mantendrán en la isla francesa de Guadalupe, en el Caribe, los jefes de Estado de Francia y Estados Unidos, los primeros ministros de Gran Bretaña y la República Federal de Alemania. La pomposamente llamada cumbre occidental se celebra a iniciativa de Valery Giscard d'Estaing para analizar «el estado del mundo a finales de 1978».

Ni la duración del encuentro, ni las circunstancias en que se celebra permiten razonables expectativas resultados prácticos. Los estadistas occidentales se han puest...

Los analistas internacionales atribuyen escaso significado a la reunión que mañana y pasado mantendrán en la isla francesa de Guadalupe, en el Caribe, los jefes de Estado de Francia y Estados Unidos, los primeros ministros de Gran Bretaña y la República Federal de Alemania. La pomposamente llamada cumbre occidental se celebra a iniciativa de Valery Giscard d'Estaing para analizar «el estado del mundo a finales de 1978».

Ni la duración del encuentro, ni las circunstancias en que se celebra permiten razonables expectativas resultados prácticos. Los estadistas occidentales se han puesto de acuerdo en no elaborar una agenda previa muy concreta y no emitir comunicado final.El hecho de que las esposas de mandatarios asistan a la convocatoria de Guadalupe confiere a la reunión un tono más social que más de encuentro de amigos conocidos que de conferencia internacional. Hasta el equipo de colaboradores se ha limitado a uno a asistente. Carter viajará acompañado de su asesor en asuntos de Seguridad Nacional, Zbigniew Brzezinski; Jacques Wahl, secretario general del Elíseo, asístirá a Giscard; Jorgen Ryfus será el ayudante de Schmidt, y, Sir John Hunt, el de Callaghan.

A pesar del tono informal de la reunión, será inevitable que en ella se debatan los temas que son hoy preocupación general. Carter pondrá énfasis, probablemente, en el analisis de los progresos de las conversaciones para la limitación de armas estratégicas; Callaghan y polemizarán, con toda seguridad acerca del nuevo Sistema Monetario Europeo, rechazado por el primero; Schmidt se verá presionado por sus colegas para que adopte una postura más conciliadora con respecto a Carter, a quien el canciller alemán ha considerado siempre como un segunda fila en el concierto de la política mundial. Y todos, en fin, se interesarán por el establecimiento de relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y China, los nuevos precios del petróleo, la situación en Oriente Próximo y el golfo Pérsico y el nuevo pacto chino-japonés.

La amistosa reúnión ha tenido la virtud de producir un terrible disgusto, precisamente a los japoneses, que se consideran suficientemente importantes como para haber participado en el encuentro de Guadalupe.

Como representante de la «potencia invitante», mañana llegará en primer lugar a la isla el presidente francés, acompañado de su esposa.

Las reuniones tendrán lugar en el complejo hotelero Hamak, donde estarán hospedados los jefes de Estado y de Gobierno.

Se iniciarán las conversaciones el 5 por la mañana y la primera sesión será seguida de un almuerzo en la residencia de estilo criollo Maudit, y de una cena en el mismo hotel Hamak.

El día 6, tras la reunión de esa mañana, los cuatro hombres de Estado almorzarán juntos en el hotel Meridien, situado al borde de la playa.

Al término de ese almuerzo se dará por concluida la cumbre, pero el presidente Carter permanecerá aún dos días en la isla antes de regresar a su país.