Dificultades para el plan de reforma del arzobispado de Oviedo

El plan de reforma del ordenamiento del santuario de Covadonga, impulsado por el arzobispo de Oviedo, Gabino Díaz Merchán, encuentra una seria oposición en el actual presidente en funciones del Cabildo del real sitio, Vicente Marturent, secundado por un grupo relevante de canónigos. El arzobispo pretende transformar el santuario de Covadonga en un influyente núcleo de espiritualidad. La inoperancia del estatuto vigente sería la causa de la decadencia que viene experimentando el régimen cultural, administrativo y pastoral de Covadonga.

El plan de reforma del estatuto comprende la jub...

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El plan de reforma del ordenamiento del santuario de Covadonga, impulsado por el arzobispo de Oviedo, Gabino Díaz Merchán, encuentra una seria oposición en el actual presidente en funciones del Cabildo del real sitio, Vicente Marturent, secundado por un grupo relevante de canónigos. El arzobispo pretende transformar el santuario de Covadonga en un influyente núcleo de espiritualidad. La inoperancia del estatuto vigente sería la causa de la decadencia que viene experimentando el régimen cultural, administrativo y pastoral de Covadonga.

El plan de reforma del estatuto comprende la jubilación voluntaria de los miembros del Cabildo que rebasen los 65 años y su renuncia al oficio capitular. Los jubilados que trasladen su residencia fuera de Covadonga deberían renunciar al derecho a ocupar una vivienda y serían creadas las canongías de honor, con unos emolumentos que garantizarían una digna subsistencia a los jubilados. Monseñor Merchán es partidario de aprovechar al máximo las posibilidades que ofrece Covadonga como santuario, casa de ejercicios, escolanía, atención a peregrinos, liturgia y administración de los sacramentos.

La eliminación de la asistencia diaria a coro, a los canónigos y beneficiados supondría la sustitución del Cabildo por un equipo de sacerdotes con misiones pastorales concretas y con la responsabilidad de administrar los bienes del santuario.

El plan de reorganización, que afectaría a nueve de los once sacerdotes que actualmente componen el Cabildo, ha sido cuestionado por los canónigos, algunos de los cuales lo rechazan enérgicamente, invocando la legislación canóniga vigente, referida especialmente a la obligación de asistir al coro, obligación que se pretende suprimir para intensificar la labor pastoral de los miembros que formarían el Cabildo efectivo de Covadonga.

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