Brejnev cumple setenta y dos años

En la cúspide de un poder no igualado hasta ahora nada más que por Stalin, Leónidas Brejnev celebró ayer en la intimidad, pero no sin cierta pompa, su 72 aniversario. El Presidium del Soviet Supremo le otorgó una nueva Orden de Lenin y la tercera medalla de oro, que vienen a unirse al cerca de medio centenar de condecoraciones que ostenta el líder soviético.

Como sus predecesores, Brejnev recibió ayer también del editor norteamericano Robert Maxwell un ejemplar de sus memorias que acaba de publicar la editora Pergamon Press.El 72 aniversario de Brejnev pasó relativamente desapercibido e...

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En la cúspide de un poder no igualado hasta ahora nada más que por Stalin, Leónidas Brejnev celebró ayer en la intimidad, pero no sin cierta pompa, su 72 aniversario. El Presidium del Soviet Supremo le otorgó una nueva Orden de Lenin y la tercera medalla de oro, que vienen a unirse al cerca de medio centenar de condecoraciones que ostenta el líder soviético.

Como sus predecesores, Brejnev recibió ayer también del editor norteamericano Robert Maxwell un ejemplar de sus memorias que acaba de publicar la editora Pergamon Press.El 72 aniversario de Brejnev pasó relativamente desapercibido en los medios informativos oficiales del Estado porque, como es costumbre en la URSS, sólo se suelen festejar en grande los 60, 70, 75 y 80 años, si esto es posible, de sus dirigentes.

Cuando Brejnev cumplió sus setenta años, uno de los miembros del Politburó, Andrei Kirilenko, dijo a modo de panegírico que «Brejnev entraba en edad adulta», y que «los años más eficaces en la URSS son los setenta». De hecho, esa es la edad media de los miembros del Politburó soviético, que, no obstante, parecen haber llegado a esa importante etapa de la vida del hombre en mejor forma que el líder.

Este ha sido, sin embargo, uno de los mejores últimos años de Brejenev en la que a salud respecta, aunque sus dificultades de expresión parecen ser cada vez más evidentes, y entre los observadores en Moscú se señalaba que había aguantado dos horas en la plaza Roja el desfile del 7 de noviembre en una fría mañana del invierno ruso.

La reciente sustitución en el Buró Político de Kiril Mazurov, hombre de Alexei Kossiguin, por Konstantin Chernienko, hombre de Brejenev, completa la consolidación del poder personal de Brejnev.

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