La Conferencia Episcopal italiana se pronuncia de nuevo contra el aborto

La Conferencia Episcopal Italiana hizo pública ayer una instrucción pastoral sobre el aborto. Como ha sucedido en otras ocasiones a estos documentos de todo el episcopado italiano se les suele dar una particular importancia porque en realidad el presidente de la Conferencia es el Papa. Este es además el primer documento conjunto e importante del episcopado italiano durante el pontificado de Juan Pablo II.La instrucción se caracteriza por la fuerza con la que propone de nuevo la «excomunión» hacia quienes practican o colaboran con un aborto y por el duro ataque a la nueva ley del Parlamento...

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La Conferencia Episcopal Italiana hizo pública ayer una instrucción pastoral sobre el aborto. Como ha sucedido en otras ocasiones a estos documentos de todo el episcopado italiano se les suele dar una particular importancia porque en realidad el presidente de la Conferencia es el Papa. Este es además el primer documento conjunto e importante del episcopado italiano durante el pontificado de Juan Pablo II.La instrucción se caracteriza por la fuerza con la que propone de nuevo la «excomunión» hacia quienes practican o colaboran con un aborto y por el duro ataque a la nueva ley del Parlamento italiano que legaliza el aborto en determinadas circunstancias.

Recordando las palabras del Concilio Vaticano II, según el cual «el aborto como el infanticidio son delitos abominables», propone este documento la validez y actualidad de la «excomunión» que «priva a los cristianos de los sacramentos, especialmente de la Eucaristía». Según el episcopado italiano, con esta excomunión el cristiano «queda excluido de la comunión eclesial». Se trata de una pena en la que se recae ipso facto, es decir, por el solo hecho de cometer la acción, sin que la autoridad eclesiástica deba cada vez y a cada persona darle la excomunión. Se trata al mismo tiempo de una pena reservada al obispo, el único que puede quitarla en caso de arrepentimiento.

Se pregunta el documento por qué la Iglesia condena con la excomunión el aborto y no otros delitos. Y responde que considera éste como el «pecado más grave» porque va «contra un inocente que no se puede defender». El documento no sólo se mantiene en una línea de principio religioso. Intenta probar que esta condena del aborto es un hecho «natural» y «racional». Y partiendo de este principio ataca duramente a la ley italiana sobre el aborto, la cual, según los obispos, es «una ley intrínsecamente grave e inmoral», y lo justifica con estas palabras: «Cuando el estado autoriza el aborto contradice radicalmente el sentido de su presencia y compromete en modo gravísimo todo el ordenamiento jurídico, porque introduce el principio que legitimiza la violencia contra el inocente indefenso». Dicen también los obispos que la «ley abortista italiana está en contradicción con los principios fundamentales de la ley natural-divina» y añade otros seis motivos más para condenarla.

Algunos observadores han denunciado ya que la Iglesia italiana, que conocía la grave injusticia del millón de abortos clandestinos anuales y los médicos que se han enriquecido con este «pecado», se haya movido sólo cuando el Estado ha intentado con una ley poner fin a esta injusticia.

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