Assad y El Bakr sellan su reconciliación

Siria e Irak sellaron ayer su espectacular reconciliación al ser recibido el máximo dirigente sirio, Hafed el Assad, en Bagdad, por su homólogo iraquí, Hassan el Bakr. Ambos estadistas declararon su total oposición a los acuerdos de Camp David y reiteraron la necesidad de convertir la próxima cumbre árabe prevista en la capital iraquí, a comienzos del mes próximo, en un gran encuentro de la nación árabe contra la «política de capitulación» de Anuar el Sadat.Coyuntural, según algunos, y definitiva, según la versión del ministro sirio de Información, Ahmed Iskander, que acompaña al presid...

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Siria e Irak sellaron ayer su espectacular reconciliación al ser recibido el máximo dirigente sirio, Hafed el Assad, en Bagdad, por su homólogo iraquí, Hassan el Bakr. Ambos estadistas declararon su total oposición a los acuerdos de Camp David y reiteraron la necesidad de convertir la próxima cumbre árabe prevista en la capital iraquí, a comienzos del mes próximo, en un gran encuentro de la nación árabe contra la «política de capitulación» de Anuar el Sadat.Coyuntural, según algunos, y definitiva, según la versión del ministro sirio de Información, Ahmed Iskander, que acompaña al presidente Assad, el encuentro entre los líderes de las hasta aquí ramas contrarias del Baas, ha sido presentado en Bagdad como el resultado de una firme voluntad de sacar al mundo árabe del marasmo en que lo ha sumido Egipto. Las conversaciones entre los dirigentes sirios e iraquíes tienen lugar en vísperas de la reunión de ministros árabes de Asuntos Exteriores, que debe preparar el temario de la cumbre propuesta por el presidente Bakr.

Fuentes generalmente bien informadas de la capital iraquí dan por descontado que el viaje de Assad desembocará en un acuerdo militar entre los dos países que facilite el envío de tropas iraquíes al frente del Golán. Irak había reiterado su disposición a enviar efectivos militares a Siria antes de que se celebrara el encuentro tripartito de Camp David, pero los medios sirios han rechazado sistemáticamente la sugerencia de los que hasta ahora consideraron sus más inmediatos adversarios ideológicos.

Ambos regímenes mantienen puntos de vista opuestos sobre la forma en que debe enfocarse un arreglo de la cuestión palestina. Siria no ha rechazado la resolución 242 del Consejo de Seguridad de la ONU, que aboga por una solución negociada, mientras Irak excluye por completo un arreglo pacífico y es partidario de la vía armada como medio de «liberar toda Palestina».

En Argel se da por descontado que, tras la visita de Assad, se podrá vincular de nuevo a Irak al «frente de la firmeza», o en todo caso se establecerá un consenso entre las dos partes para llegar a una plataforma común de apoyo al movimiento palestino.

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