El presidente Pereda adelantará las elecciones bolivianas a 1979

El general Juan Pereda Asbún, actual presidente boliviano, negocia con los líderes de la oposición de su país la fecha de la celebración de las nuevas elecciones generales, dentro del próximo año, según manifestó a EL PAÍS Hernán Siles Zuazo. Pereda Asbún ha adelantado el plazo inicial de la celebración electoral, que en un principio había fijado para 1980. Hernán Siles, presidente de Bolivia desde 1956 a 1960, embajador en Madrid desde aquel año hasta 1962, es el líder de la coalición electoral de izquierdas triunfante en las pasadas elecciones de julio, la UDP. Ha mantenido en Madrid contact...

El general Juan Pereda Asbún, actual presidente boliviano, negocia con los líderes de la oposición de su país la fecha de la celebración de las nuevas elecciones generales, dentro del próximo año, según manifestó a EL PAÍS Hernán Siles Zuazo. Pereda Asbún ha adelantado el plazo inicial de la celebración electoral, que en un principio había fijado para 1980. Hernán Siles, presidente de Bolivia desde 1956 a 1960, embajador en Madrid desde aquel año hasta 1962, es el líder de la coalición electoral de izquierdas triunfante en las pasadas elecciones de julio, la UDP. Ha mantenido en Madrid contactos con personalidades políticas.

«En Bolivia -afirma- existe un clamor popular para que las elecciones generales se celebren no en 1980, sino en mayo del año que viene. El régimen militar-empresarial de transición pretende demorar todo lo que pueda esta convocatoria, para ganar tiempo y conseguir que la gran derecha se fortalezca. Sin embargo -prosigue el político boliviano-, la presión popular ha demostrado claramente que desea la democratización del país y rechaza la dictadura militar que el país ha sufrido en los siete años anteriores.»Respecto al general Juan Pereda Asbún, que se hizo con el poder después de impugnar las elecciones bolivianas del pasado mes dejulio y donde resultó vencedora la oposición de izquierda, Siles Zuazo señala que, si bien en un principio fue propiciado por el general Banzer, representante de la línea dictatorial y pese a este padrinazgo, «Pereda y sus recientes actitudes hacen ver que trata de liberarse de las presiones que sobre él ejerce el sector más duro de las fuerzas armadas». Indica, además, que el general Pereda Asbún «es consciente de que la magnitud de las movilizaciones por la democracia en Bolivia convierten el proceso democrático en irreversible -agrega- y tiene plena claridad sobre la falta de base social de los que todavía preconizan fórmulas dictatoriales».

Tras señalar que la denominada política de derechos humanos impulsada por el presidente norteamericano Jimmy Carter «ha tenido efectos positivos sobre Bolivia», se refirió a que la represión política experimentó un cierto retroceso gradual desde 1974 muy distante de la crueldad que caracterizó los orígenes de la dictadura del general Banzer. En cuanto a un eventual acceso de la izquierda al poder, la UDP, que dirige el ex presidente Siles Zuazo, propugna un programa político antimperialista, mediante el cual la oposición y la izquierda bolivianas intentan reanudar el proceso nacionalista y revolucionario iniciado por el país del altiplano en 1952. «Es natural que la UDP impulse estas metas, porque es legítimo liberarse de las dependencias que Bolivia ha sufrido hasta ahora.»

Sobre estos ejes discurriría, según el ex presidente Siles Zuazo, el proceso de transición de la dictadura a la democracia.

En cuanto a los contenciosos fronterizos que Bolivia mantiene con Brasil, respecto a los riquísimos yacimientos de hierro del Mutún, el político boliviano se refiere a que la situación de indefinición limítrofe, que él presenció a finales de los años cincuenta, no ha empeorado. «Desde Brasil -agrega- se observa de modos diferentes la evolución de los acontecimientos en mi país, y de la situación de clara y rotunda intervención brasileña en los asuntos bolivianos en 1971 se ha pasado a una situación más evolucionada.»

A propósito de la salida al mar que Bolivia trata de negociar con Chile, «esta es una cuestión de interés nacional, por encima de ideologías e intereses partidarios, lo cual determina que a medida que avance el proceso democrático más fuerte será Bolivia para conseguir este objetivo nacional de un acceso soberano al Pacífico».