Los fabricantes de coches se opondrán a las nuevas normas fiscales

Los fabricantes de automóviles radicados en España se reunieron ayer en Madrid para estudiar su estrategia común frente a la proyectada reforma impositiva relativa a las tasas que gravan la adquisición de vehículos automóviles, especialmente en lo que se refiere a los nuevos tipos de impuesto de lujo ad valorem y a los gravámenes que se pretende establecer para las piezas de repuesto. La reunión estuvo presidida por el director de Anfac (Asociación Nacional de Fabricantes). Enrique Fernández Laguiloat.Según el proyecto remitido por el Gobierno a las Cortes, a instancias del Ministerio d...

Los fabricantes de automóviles radicados en España se reunieron ayer en Madrid para estudiar su estrategia común frente a la proyectada reforma impositiva relativa a las tasas que gravan la adquisición de vehículos automóviles, especialmente en lo que se refiere a los nuevos tipos de impuesto de lujo ad valorem y a los gravámenes que se pretende establecer para las piezas de repuesto. La reunión estuvo presidida por el director de Anfac (Asociación Nacional de Fabricantes). Enrique Fernández Laguiloat.Según el proyecto remitido por el Gobierno a las Cortes, a instancias del Ministerio de Hacienda, el nuevo impuesto se calcularía en virtud de los precios de los automóviles franco fábrica, en lugar de fijar su proporcionalidad en base a los caballos fiscales, como hasta el momento. Esta escala propuesta por Hacienda arranca de un 15% para las primeras 150.000 pesetas, sigue con un 30% para las cantidades hasta 300.000 pesetas y concluye con un 45% para lo que exceda de la última cantidad.

Mientras los fabricantes se oponen a este nuevo esquema impositivo, por entender que contraería notablemente la demanda y, además, conllevaría un gravamen superior para los automóviles que el aplicado a otros artículos de auténtico lujo, como joyas, embarcaciones de recreo, avionetas y escopetas de caza, fuentes del Ministerio de Hacienda han señalado que la nueva tabla fiscal del automóvil no supondrá un incremento de la recaudación global del Tesoro por tal concepto. A juicio de los inspiradores del proyecto, se trata, simplemente, de repartir de modo más justo, equitativo y racional las cargas sobre los distintos tipos de automóviles, fijando criterios de progresividad.