Una fusión acertada

La pasada semana, la prensa nacional publicaba una noticia de alta significación que tal vez pasase inadvertida para muchos lectores veraneantes. Nos referimos a la inminente fusión de la Caja Provincial de Ahorros de Málaga con la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Granada.La importancia de este hecho no radica tan sólo, como a simple vista pudiera parecer, en una operación financiera de más o menos alcance, sino en su significación política y socioeconómica para una región que parece decidida a sacarse sus propias castañas del fuego, ya que la postergación y el olvido se han prolongado en ...

La pasada semana, la prensa nacional publicaba una noticia de alta significación que tal vez pasase inadvertida para muchos lectores veraneantes. Nos referimos a la inminente fusión de la Caja Provincial de Ahorros de Málaga con la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Granada.La importancia de este hecho no radica tan sólo, como a simple vista pudiera parecer, en una operación financiera de más o menos alcance, sino en su significación política y socioeconómica para una región que parece decidida a sacarse sus propias castañas del fuego, ya que la postergación y el olvido se han prolongado en buena medida pese a los profundos cambios sufridos por el país.

En efecto, la región andaluza requiere como un elemento más para su desarrollo, y desde luego no el menos importante, una adecuada intercomunicación económica, comercial y financiera entre sus distintas provincias. Y ello mientras sea posible, a, través de instituciones andaluzas, con centros de dirección y decisión en Andalucía y con reinversión de los recursos en la propia región.

Pero es que, además, la vinculación interprovincial que genera íniciativas como la comentada, supera uno de los más graves vicios de la historia andaluza: el cantonalismo. Los celos provincia contra provincia. el deseo suicida de aislacionismo de unas, respecto de otras debe ser roto Y superado en esta hora que reclama una enémica y generosa solidaridad interprovincial.

Cabe felicitarse porque se haya superado la caduca tentación de fundir las distintas instituciones financieras provincia a provincia, con una miope visión particularista que prescinda de la apremiante exiqencia de vinculación interprovincial, no sólo en materia financiera y económica, sino también en todos los terrenos de la vida política y cultural.