Fuerzas surafricanas penetran en Zambia
Las fuerzas surafricanas lanzaron ayer una operación de represalia al otro lado de la frontera de Zambia, tras el bombardeo guerrillero de que fue objeto la principal base surafricana en la banda de Caprivi, en las que el Ejército surafricano sufrió el mayor número de bajas en los doce años de lucha contra las guerrillas en Namibia.
Tras la incursión, las tropas surafricanas regresaron a su territorio llevando consigo los cadáveres de dieciséis presuntos nacionalistas namibios, que fueron exhibidos en la base de Katima Mulilo. Se desconoce cuándo fue desencadenada la intervención su...
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Las fuerzas surafricanas lanzaron ayer una operación de represalia al otro lado de la frontera de Zambia, tras el bombardeo guerrillero de que fue objeto la principal base surafricana en la banda de Caprivi, en las que el Ejército surafricano sufrió el mayor número de bajas en los doce años de lucha contra las guerrillas en Namibia.
Tras la incursión, las tropas surafricanas regresaron a su territorio llevando consigo los cadáveres de dieciséis presuntos nacionalistas namibios, que fueron exhibidos en la base de Katima Mulilo. Se desconoce cuándo fue desencadenada la intervención surafricana, aunque un portavoz militar manifestó ayer que la operación se llevó a cabo inmediatamente después del bombardeo de la base de Katima Mulilo, que tuvo lugar en la mañana del miércoles.
Pretoria acusó a Zambia de que la artillería se sumó al bombardeo de la base de Katima Mulilo, iniciado por las fuerzas de la Organización de los Pueblos del Suroeste Africano (SWAPO), que desde hace doce años combate la ocupación surafricana de Namibia.
La prensa de Zambia informó ayer que una escuela situada en Shesheke, situada al otro lado del río Zambeze, frente a la base surafricana de Katima Mulilo, fue bombardeada por las fuerzas de Pretoria.
Durante el bombardeo guerrillero contra Katima Mulilo perdieron la vida nueve soldados surafricanos y diez resultaron heridos, lo que constituye el número más elevado de bajas surafricanas en doce años de lucha.