Inquietud en Israel ante la "cumbre" tripartita sobre Oriente Próximo

Oficialmente el clima en Jerusalén es de euforia. Todos se felicitan, de que las negociaciones israelí-egipcias vayan a reanudarse en Camp David. El primer ministro Begin, se ha declarado optimista. Los portavoces del Gobierno son todo sonrisas. Sin embargo, sobre esta capa de optimismo se percibe una punta de inquietud.

Los medios gubernamentales israelíes se preguntan qué compromisos habrá podido asumir el secretario de Estado norteamericano, qué promesas ha podido hacer al presidente Sadat para que éste último renuncie, de repente, a su exigencia de que no habría más negociaciones mi...

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Oficialmente el clima en Jerusalén es de euforia. Todos se felicitan, de que las negociaciones israelí-egipcias vayan a reanudarse en Camp David. El primer ministro Begin, se ha declarado optimista. Los portavoces del Gobierno son todo sonrisas. Sin embargo, sobre esta capa de optimismo se percibe una punta de inquietud.

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Los medios gubernamentales israelíes se preguntan qué compromisos habrá podido asumir el secretario de Estado norteamericano, qué promesas ha podido hacer al presidente Sadat para que éste último renuncie, de repente, a su exigencia de que no habría más negociaciones mientras Israel no aportase «ideas nuevas», y para el hecho de que el presidente egipcio haya aceptado reanudar el diálogo con Begin sin condiciones previas.En Jerusalén no ha pasado por alto el hecho de que Cyrus Vance, utilizando palabras del presidente Sadat, haya dicho en Alejandría que Estados Unidos piensa participar en las conversaciones de Camp David en tanto que «socio de pleno derecho».

La mayoría de los observadores políticos aquí piensan que esta fórmula significa, claramente, que el presidente Carter se dispone a exponer sobre la mesa su propio plan de paz, para salir del callejón sin fondo actual. Sin duda y para apaciguar los temores de Israel, en Washington se ha dicho que no se trata de que Estados Unidos vaya a exponer un plan de paz americano, sino más modestamente de «proposiciones concretas y fimitadas» que tienden a «eliminar los obstáculos que existen en el camino de la negociación israelo-egipcia».

Plan americano

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Esos eufemismos no engañan a nadie en Jerusalén. Begin, Dayan y Weizman saben que deberán hacer frente a un plan de paz americano en Camp David, Las grandes líneas de ese plan son ya conocidas. Esto es precisamente lo que inquieta a los dirigentes israelíes. Sobre la base de los famosos cinco puntos de Carter desarrollados en su declaración de Asuan, por la fuerza de los hechos. este plan estará más cerca de las posiciones egipcias que de las israelíes.

Dos puntos de ese plan son los que no ha podido tragar Begin: 1) el recordatorio de que la resolución 242 del Consejo de Seguridad se aplica a todos los territorios ocupados en 1967. incluida Gaza y Cisjordania, y 2) la insistencia de que el problema palestino debe ser resuelto de manera equitativa «bajo todos sus aspectos», lo cual, por tanto, implica el aspecto nacional también.

El gran cotidiano popular Maariv (independiente, nacionalista), calificaba de «trampa política» la próxima cumbre americano-egipcia-Israelí de Camp David e invitaba a Begin a ser más reservado en su optimismo.

El Gobierno israelí se reúne hoy en Jerusalén, en sesión extraordinaria, para elaborar la táctica a seguir en Camp David. Esta será la primera de una serie de reuniones consagradas a las próximas negociaciones. Begin ha interrumpido sus vacaciones. que había iniciado el lunes, para presidir el Consejo de Ministros.

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