Tres posturas distintas sobre Canarias en la reunión ministerial de la OUA

La cuestión de Canarias se ha convertido en uno de los temas más polémicos del Consejo de Ministros de la Organización para la Unidad Africana (OUA), y la resolución adoptada sobre el archipiélago español el pasado mes de febrero en Trípoli, va a pasar a la «cumbre» de jefes de Estado acompañada de una serie de reservas y puntualizaciones que, en opinión de los observadores, va a provocar un aplazamiento a la hora de tomar partido sobre la misma.

ENVIADO ESPECIAL, Terminadas sus sesiones de trabajo sobre el tema de la descolonización, la asamblea plenaria del Consejo de Ministros ha pro...

La cuestión de Canarias se ha convertido en uno de los temas más polémicos del Consejo de Ministros de la Organización para la Unidad Africana (OUA), y la resolución adoptada sobre el archipiélago español el pasado mes de febrero en Trípoli, va a pasar a la «cumbre» de jefes de Estado acompañada de una serie de reservas y puntualizaciones que, en opinión de los observadores, va a provocar un aplazamiento a la hora de tomar partido sobre la misma.

ENVIADO ESPECIAL, Terminadas sus sesiones de trabajo sobre el tema de la descolonización, la asamblea plenaria del Consejo de Ministros ha procedido a redactar, a través de un comité específico, la recomendación final que ha de ser elevada a la «cumbre» de jefes de Estado. Aunque su texto se desconoce por el momento, el portavoz de la OUA, Peter Onu, ha informado que «ha habido unanimidad en los temas tratados, aunque en algunos de ellos, como las islas Canarias, la Reunión y Zimbabwe, se han registrado diferentes puntos de vista».A través de la comunicación oficial de la OUA que, como todo comunicado de este tipo, resulta conceptualmente vago y tiende hacia la edulcoración de los aspectos que pueden denotar disensiones internas, pueden entresacarse, en lo que a las Canarias se refiere, tres puntos esenciales.

De un lado, Marruecos, Senegal, Gabón, Mauricio, Túnez, Costa de Marfil y el Imperio Centroafricano han presentado su reserva a la recomendación de Trípoli, actualizada en la reunión de Dar Es SaIaam del Comité de Liberación, según la cual Canarias constituye un «territorio no autónomo» y la OUA debe prestar apoyo material y moral al Movimiento para la Autodeterminación e Independencia del archipélago canario (MPAIAC) hasta que éste sea oficialmente reconocido.

Por otra parte, una serie de países no especificados en ningún comunicado oficial, pero entre los que presumiblemente cabe incluir a Zaire, Egipto, Yibuti y Cabo Verde, ha solicitado una nueva reunión del comité ad hoc encargado del tema canario para que proporcione una mayor información. Dicho comité está integrado por Argelia, Libia, Nigeria y Guinea-Conakry. Su quinto miembro era, hasta el mes pasado, Senegal, que se retiró.

Por último, y siempre según se trasluce del comunicado de la OUA, un «determinado número de delegaciones» considera oportuno que la OUA establezca un orden de prioridades en lo que a temas de descolonización se refiere, de suerte que se centre la atención en los temas de auténtico interés para el continente, como pueden ser los de Zimbabwe, Namibia y Africa del Sur. Es decir, que tales delegaciones consideran implícitamente el tema de Canarias como de escaso interés para la organización panafrícana.

Pues bien, con toda esta serie de reservas y matizaciones, el asunto de las Canarias va a pasar a la «cumbre» dejefes de Estado que el próximo día 18 iniciará sus reuniones en esta capital. Estaba previsto desde el Consejo de Ministros de Trípoli y, por este lado, no puede hablarse de sorpresa de ningún tipo. Cabe incluso decir que el papel de España ha subido algunos puntos desde la reunión de la capital libia, donde el tema canario pasó adelantécon las únicas reservas de Marruecos y Mauritania.

España gana puntos

En este sentido, parece que la «operación Africa» emprendida en los últimos meses por Madrid, si bien no ha llegado a convencer a los países africanos de la españofidad de las Canarias -cosa, por otra parte, que se habrá descartado de antemano- sí parece haber servido para despertar su interés por conocer más de cerca la situación real del archipiélago. Esto ya supone un éxito a corto plazo, aunque el tema siga en la agenda de la OUA como un peligro constante.

Habida cuenta de la diversidad de opiniones que concita el asunto de Canarias, no cabe esperar ninguna decisión espectacular en la «cumbre» de la semana próxima. Presumiblemente, y en ello coinciden los observadores europeos y a fricanos de esta capital, los jefes de Estado van a dar una larga cambiada al tema, limitándose asimismo a solicitar mayor información.

La radicalización y hasta las intemperancias que se han observado en la reunión mínisterial de la OUA deberán ser limadas por sus máximos responsables, que tratarán como es habitual tomar sus decisiones por consenso. Si no hay consenso, y en el caso de Canarias está claro que no lo hay, habrá aplazamiento. Nadie está interesado en que se produzcan enfrentamientos al máximo nivel, lo que podría redundar en un serio perjuicio para la OUA.