Ocho años de cárcel para el disidente Bahro, de la RDA
La sentencia de ocho años de cárcel dictada contra Rudolf Bahro, militante comunista y autor del libro crítico, La alternativa, por un tribunal de Berlín oriental ha suscitado una amplia oleada de protestas en la República Federal de Alemania, las más intensas en los sectores democristianos y maoístas. El diputado Abelein, de la DC de Bonn, ha calificado la sentencia como un factor que «debe suscitar compasión hacia el comunista Bahro porque tras aceptar el señorío soviético se ve ahora convertido en víctima del mismo».Frente ala sibilina compasión de los democristianos, el KPD (Partido...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
La sentencia de ocho años de cárcel dictada contra Rudolf Bahro, militante comunista y autor del libro crítico, La alternativa, por un tribunal de Berlín oriental ha suscitado una amplia oleada de protestas en la República Federal de Alemania, las más intensas en los sectores democristianos y maoístas. El diputado Abelein, de la DC de Bonn, ha calificado la sentencia como un factor que «debe suscitar compasión hacia el comunista Bahro porque tras aceptar el señorío soviético se ve ahora convertido en víctima del mismo».Frente ala sibilina compasión de los democristianos, el KPD (Partido Comunista-Maoísta) ha preferido estampar en un muro inmediato a la embajada de la RDA en Bonn un rótulo pidiendo la liberación del disidente, al que también dedica tres páginas enteras en su periódico Bandera Roja.
Otros sectores políticos y conocidos militantes de izquierda han denunciado en términos parecidos el desenlace de un proceso que comenzó el 24 de agosto pasado con la detención de Bahro por agentes de seguridad de la RDA. El cantautor Wolf Biermann, expulsado, de la RDA en 1976 y miembro del PC, ha calificado como «un crimen» la sentencia dictada contra Bahro. Los jóvenes socialistas, que tenían previsto un encuentro con lasjuventudes alemanas orientales, han aplazado cualquier tipo de convivencia hasta que se decida si, como ha pedido la Unión Humanista, se revisa o no el juicio.