Las deficiencias en la formación de la mujer menoscaban su bienestar

«La contribución productiva de la mujer se ve gravemente menoscabada y su bienestar comprometido debido a las deficiencias que existen en materias de educación y capacitación profesional», dice un reciente documento del programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, documento que ha sido preparado por el centro de Desarrollo Social y Problemas Humanitarios de dicho organismo, que se ocupa de ir cumpliendo los objetivos señalados por el PNUD para el decenio de la mujer (1976-1985).Lo curioso es que, para ilustrar la diferencia y difícil acceso de la mujer a los cargos directivos...

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«La contribución productiva de la mujer se ve gravemente menoscabada y su bienestar comprometido debido a las deficiencias que existen en materias de educación y capacitación profesional», dice un reciente documento del programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, documento que ha sido preparado por el centro de Desarrollo Social y Problemas Humanitarios de dicho organismo, que se ocupa de ir cumpliendo los objetivos señalados por el PNUD para el decenio de la mujer (1976-1985).Lo curioso es que, para ilustrar la diferencia y difícil acceso de la mujer a los cargos directivos de las empresas privadas o los organismos oficiales, el PNUD señala su propio caso. A mediados de 1977 sólo siete mujeres ocupaban cargos directivos de la categoría equivalente a jefes de sección y superiores mientras los hombres con cargos paralelos eran 177. Entre el 1975 y el 1976 se contrataron 75 hombres para el cuadro orgánico, mientras las mujeres para el mismo trabajo eran sólo cuatro.

La situación -señalan- comenzó a cambiar a finales de 1977, cuando el PNUD contrató a once mujeres y quince hombres para idénticas funciones. Al final del año, se estaba tramitando la contratación de otras quince mujeres, que equiparaban al 50% del total las mujeres contratadas recientemente.

Señalaba el PNUD también que la dificultad constatada incluso en su propio seno para que la mujer acceda a cargos de responsabilidad y le sea reconocida su capacidad profesional, ofrece también dificultades en otros terrenos, como en su calidad de artesana, comerciante, maestra, agricultora y también en su virtual exclusión de numerosas ocupaciones remuneradas. En este sentido, el mencionado organismo de las Naciones Unidas subraya que desde hace tiempo tiene conciencia de la importancia de incorporar más plenamente a la mujer en los programas de desarrollo, como participante y también como beneficiaria.

Este programa tiende a tener en cuenta los intereses de la mujer al establecer en qué orden general deben establecerse las prioridades que modifiquen la situación de desventaja en que se encuentra.

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