Lavilla: "Se intensificarán los trabajos para llegar a la Europa judicial"

El ministro de Justicia, Landelino Lavilla, regresó ayer a Madrid procedente de Copenhague, donde ha asistido a la onceava conferencia de ministros de Justicia de los países miembros del Consejo de Europa. La citada conferencia, en la que se han tratado fundamentalmente el tema del acceso de los ciudadanos a la administración de Justicia y la problemática de la abolición de la pena de muerte, se inscribe en el ámbito del plan que propician los países europeos occidentales de poner en pie un espacio jurídico europeo homologado.

El ministro español expuso ante sus colegas europeos la polí...

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El ministro de Justicia, Landelino Lavilla, regresó ayer a Madrid procedente de Copenhague, donde ha asistido a la onceava conferencia de ministros de Justicia de los países miembros del Consejo de Europa. La citada conferencia, en la que se han tratado fundamentalmente el tema del acceso de los ciudadanos a la administración de Justicia y la problemática de la abolición de la pena de muerte, se inscribe en el ámbito del plan que propician los países europeos occidentales de poner en pie un espacio jurídico europeo homologado.

El ministro español expuso ante sus colegas europeos la política legislativa realizada en España en los dos últimos años y el anticipo de cuáles habrán de ser los criterios que inspiren esa política, una vez entrada en vigor la nueva Constitución. El señor Lavilla se refirió a la fase legislativa anterior a las elecciones generales, en la que el objetivo era establecer un marco de libertades públicas imprescindibles, y a la siguiente todavía en vigor, en la que la promulgación de nuevas disposiciones legales y la modificación de las vigentes tiene lugar a partir de un concierto previo de las diferentes fuerzas políticas del país, que ha tomado forma en los pactos de la Moncloa.Una vez promulgada la nueva Constitución, añadió el ministro, se iniciará una nueva etapa de adaptación sistemática del ordenamiento jurídico al nuevo sistema democrático, en la que deben primar el rigor técnico y la pretensión de estabilidad. A este respecto, el señor ministro anunció algunas de las leyes orgánicas que deberán ser aprobadas por las Cortes en el segundo semestre de 1978 y a lo largo del año 1979, entre ellas, una ley electoral general, una ley orgánica de la administración del Estado, otra del poder judicial, una ley orgánica sobre las bases de la organización militar y un nuevo Código Penal.

A su regreso a Madrid el señor Lavilla expuso ante los periodistas las dificultades que existen para llegar a encontrar criterios homogéneos a nivel de Europa en materia de justicia, aunque tras la conferencia de ministros europeos de Justicia se intensificarán los trabajos. En lo que se refiere al tema concreto de la pena de muerte, tratado en la onceava conferencia de los ministros de Justicia de los países del Consejo de Europa, no se llegó a un criterio común sobre su inmediata abolición, aunque todos los países asistentes señalaron que constituye una aspiración común de todos ellos.

El ministro francés de Justicia, Alain Peyrefinte, reiteró en este sentido que en Francia no se reformará el Código Penal para suprimir la pena de muerte hasta que no haya una evolución favorable a esta medida en la opinión pública francesa. La actual situación de España en este tema, con el actual proyecto de ley de no aplicación de la pena máxima y la perspectiva de la promulgación de un nuevo Código Penal, en el que dicha pena quede abolida expresamente, aunque dentro de un nuevo sistema de cumplimiento efectivo de penas, fue analizado ampliamente por el ministro español ante sus colegas europeos. La eliminación de la pena de muerte de la legislación española -precisó el señor Lavilla- conlleva la necesidad de restaurar la conciencia de cumplimiento de las penas de cárcel y de establecer períodos en firme sobre los que no jueguen los indultos.

En un momento de la rueda de prensa, celebrada a la llegada del señor Lavilla a Madrid, una persona que no es periodista, Bernardo Fuentes, padre de un niño que fue trasladado a Noruega por su madre, hurtando el cumplimiento de una resolución judicial española se dirigió al ministro para exponerle su caso. El señor Lavilla prometió al señor Fuentes que estudiaría el caso, y que, una vez enterado del mismo, le recibiría en su despacho.

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