Trescientas feministas apoyan a la madre encausada

La sala de vistas de la Audiencia Provincial de Santander fue insuficiente para acoger al numeroso público (en su mayor parte, formado por integrantes de la asociación feminista ADM y partidos de izquierda) interesados en asistir a la polémica causa protagonizada por María Evangelina Cobo, afiliada al PCE, y su esposo, Jacinto Lococo, de nacionalidad italiana e industrial conservero de Castro Urdiales. El abogado defensor de la encausada solicitó la anulación de las medidas provisionales dictadas por el juez de Laredo, que había concecido al padre la tutela de los dos hijos habidos en el m...

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La sala de vistas de la Audiencia Provincial de Santander fue insuficiente para acoger al numeroso público (en su mayor parte, formado por integrantes de la asociación feminista ADM y partidos de izquierda) interesados en asistir a la polémica causa protagonizada por María Evangelina Cobo, afiliada al PCE, y su esposo, Jacinto Lococo, de nacionalidad italiana e industrial conservero de Castro Urdiales. El abogado defensor de la encausada solicitó la anulación de las medidas provisionales dictadas por el juez de Laredo, que había concecido al padre la tutela de los dos hijos habidos en el matrimonio, al tiempo que pedía la nulidad de actuaciones por defecto de forma, y el comienzo de las actuaciones judiciales desde el momento de la primera citación. El abogado defensor de la parte contraria interesó que fuera desestimado el recurso.La víspera habían aparecido en los edificios públicos de la ciudad pasquines firmados por la ADM, en los que se convocaba a una manifestación en la Audiencia Provincial, informando que Evangelina, de treinta años de edad, con dos hijos de diez y siete años de edad, se encuentra separada de su marido desde hace un año, tras haber denunciado a éste por violación de su hijo menor. Añadían los murales que en la separación provisional, el juez había concedido la tutela de los hijos al marido, por lo que la madre se vio obligada a fugarse con los niños, pesando sobre ella, en la actualidad, orden de busca y captura. En la manifestación, que tuvo lugar minutos antes del comienzo de la vista por recurso de apelación, unas trescientas personas, en su mayoría mujeres con niños en brazos, portaron pancartas con textos en los que se leía: «Defender a los hijos no es un delito. Fuera búsqueda y captura.»

En el transcurso de la causa, a la que asistió de incógnito la propia que interesada, hubo momentos de tensión cuando su madre comenzó a proferir gritos. El abogado defensor de la señora Cobo resaltó que en el expediente sobre medidas provisionales dictado en Laredo el pasado año existía un informe pericial, encargado por el padre de la encausada a un psicólogo, en el que se apreciaban al señor Lococo tendencias homosexuales.

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