Tribuna:DIARIO DE UN SNOB

El diccionario

He aquí que SyIvia, mi querida Sylvia, mi argentina off-Videla, me hace llegar un diccionario y con él la fama, la gloria, la prosperidad, la posteridad y la cosa:-Te lo mando porque sales en él.

Son doce hermosos tomos, o no sé cuántos, encuadernados como se encuadernaban los duques rusos antes de que los desencuadernase la revolución.

He ido en seguida a mirar en la U, naturalmente, el último tomo, donde siempre me encuentro, en los diccionarios, frente por frente con don Miguel de Unamuno y Jugo, cuya poderosa prosa pensante sigue conmoviéndome a ve...

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He aquí que SyIvia, mi querida Sylvia, mi argentina off-Videla, me hace llegar un diccionario y con él la fama, la gloria, la prosperidad, la posteridad y la cosa:-Te lo mando porque sales en él.

Son doce hermosos tomos, o no sé cuántos, encuadernados como se encuadernaban los duques rusos antes de que los desencuadernase la revolución.

He ido en seguida a mirar en la U, naturalmente, el último tomo, donde siempre me encuentro, en los diccionarios, frente por frente con don Miguel de Unamuno y Jugo, cuya poderosa prosa pensante sigue conmoviéndome a veces, que no deja de ser demasié, como adversario, para mi pequeña vanidad de inquilino de diccionarios.

Este que comento es el Diccionario Enciclopédico Espasa, en su octava edición renovada, tan renovada que me han metido a mí. Aparte la ficha y la foto (ambas han salido movidas, pero me preocupa más la foto que Ia ficha, como a Carmen Sevilla), he estado mirando las palabras de la misma matriz que la mía, por ver y saber de donde venimos a dónde vamos, pues a veces se descubren cosas tan bonitas como que Cervantes tiene un rebaño de ciervos en su apellido y Shakespeare, su digno coetáneo, cazaba ciervos antes de cazar reyes a puñaladas.

Veo por el diccionario que umbral viene tanto de sombra como de luz (umbrío, lumbral), tanto de sombra como de lumbre, con lo que sigo sin saber si soy de derechas o de izquierdas. Un cardenal de postguerra dijo que nosotros teníamos la luz y los rojos el fuego. A lo mejor a Federico Garcia Lorca lo fusilaron sólo con luz. Un disparo sólo de luz en la luz del alba. Muy escenográfico, pero Franco tenía una fórmula más natural- realista, que ya he contado aquí: garrote y prensa. Unos tenían la luz (la fe) y otros el fuego, pero como Franco tenía el garrote, les puso firmes a todos.

A propósito de ultrafranquistas, me dice el conde de Lavern (apócrifo):

-Que los ultras han dejado el Alzamiento Nacional para después de los Mundiales de Argentina, porque si no, no van a tener público.

O sea que, irónicamente, tendremos democracia mientras siga Videla. En medios cercanos a Martín Villa había susto y disgusto, en la fiebre del sábado noche, por el show hortera-franquista que había preparado el personal tras la esbelta verja de Palacio.

Habla este ecuánime diccionario de que hay, en física, un umbral diferencial y un umbral absoluto, por lo que se refiere a niveles de sensibilidad y captación. Para Adolfo Suárez me gustaría ser un Umbral diferencial. Para Isabel Tenaille, un Umbral absoluto.

Y sobre todo, las palabras derivadas: umbralada. Supongo que podría decirse de cada uno de estos artículos. Umbralar. El Diccionario lo explica confuso, pero algunas ya saben lo que es. Umbrático. Esto me ha gustado mucho: perteneciente a la sombra. Ahí toda la parte irracional, oscura, camastrona, creadora, golfa y perezosa de este periodista pequeño-burgués y razonador que soy yo. Me lo dijo Antonin Artaud en París, una noche que estábamos esperando a Anaïs Nin, que por cierto nos había dado puerta, y balanceábamos nuestros pies de clochards sobre los cadáveres cotidianos que arrastraba el Sena:

-Mon petit, huyo de lo claro por aclarar lo oscuro.

Justo lo que me pasa a mí, maestro. Que soy un umbrático, perteneciente a la sombra. Y lo más hermoso de todo: umbrátil. Me gusta más umbrátil que umbroso, porque umbroso puede ser un restaurante con techado de parra y cañizo, pero umbrátil suena a vibrátil, es la sombra que vibra, y uno quisiera ser lo que vibra en la sombra, del salón en el ángulo oscuro, silenciosa, cubierta de polvo, sin chales en los pechos y flojo el cinturón. En fin.

O sea que está muy bien traído este diccionario, es evidentemente ecuánime, como ven, y voy a enviárselo a Ruiz Elvira, los jesuíticos jesuitas de Reseña y otros enemigos íntimos, para que se aclaren. Un diccionario (que nadie consulta nunca) o es un arma arrojadiza o no es nada. Por eso los hacen gordos.

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