Betancur se niega a admitir la victoria del liberal Turbay

Los principales candidatos en las pasadas elecciones presidenciales de Colombia, el liberal Julio César Turbay y el conservador Belisario Betancur, se han enzarzado en una poco edificante guerra de declaraciones, en la cual cada uno reclama para sí el triunfo incuestionable en los comicios. Y, en definitiva, quien sufre las consecuencias de esta anómala situación es la mayoría de los colombianos, justamente esa mayoría del 70 % que no acudió a las urnas.

Belisario Betancur, a pesar de las noticias sobre un posible pacto gubernamental con los liberales, sigue insistiendo en no reconocer ...

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Los principales candidatos en las pasadas elecciones presidenciales de Colombia, el liberal Julio César Turbay y el conservador Belisario Betancur, se han enzarzado en una poco edificante guerra de declaraciones, en la cual cada uno reclama para sí el triunfo incuestionable en los comicios. Y, en definitiva, quien sufre las consecuencias de esta anómala situación es la mayoría de los colombianos, justamente esa mayoría del 70 % que no acudió a las urnas.

Belisario Betancur, a pesar de las noticias sobre un posible pacto gubernamental con los liberales, sigue insistiendo en no reconocer su derrota hasta que la corte electoral no proclame oficialmente al nuevo presidente. Para el candidato conservador, los datos de la Registraduría Nacional del Estado Civil son «simplemente indicativos» y las cifras de que dispone su partido le siguen considerando vencedor de los comicios. Para la mayoría de los observadores, la cerrada postura de Belisario Betancur, que no ha reconocido la diferencia de más de 80.000 votos de ventaja que, según la Registraduría Nacional le saca Julio César Turbay, se debe a la presión de los grupos políticos que apoyaron la candidatura conservadora. Los democristianos, la fracción de Alianza Nacional Popular (Anapo), dirigida por María Eugenia Rojas (hija del dictador Gustavo Rojas Pinilla), el Ospinismo, grupo de seguidores de la viuda de otro dictador, Mariano Ospina, y el ala más derechista del conservadurismo son quienes se muestran más violentos a la hora de defender lo que consideran incuestionable triunfo de Betancur. Estos grupos han protagonizado diarios incidentes en Bogotá y otras ciudades del país, que hacen temer que, en algún momento, se produzcan enfrentamientos graves.

Julio César Turbay, el candidato liberal, ha adoptado una postura de firme prudencia. Desde su declaración pública, hecha en la noche del lunes, en la que se presentó al país como «virtual presidente electo», Turbay no ha hecho ninguna manifestación y aguarda, según sus colaboradores, a que el panorama se clarifique.

Para los liberales, la victoria de su candidato es igualmente incuestionable. Tienen a su favor las cifras del recuento oficial de votos, que arrojan una ventaja de 86.000 votos para Turbay, una vez escrutado el 97% de los votos.

El candidato liberal, que ya ha comenzado a recibir telegramas de felicitación de otros países latinoamericanos, suspenderá probablemente viajes que tenía proyectado realizar como presidente electo.

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