Cartas al director

Delincuencia en la prolongación de General Mola

De un tiempo a esta parte vienen siendo objeto de asaltos y robos los comerciantes e industriales de esta zona de la prolongación de General Mola, por una o varias bandas de maleantes que, más bien, parecen mercenarios a sueldo de unas fuerzas ocultas encaminadas a .Qrear un ambiente de terror y desasosiego. Estas bandas de la delincuencia actúan en la mayor de las impunidades. El procedimiento, pues, el del coche en marcha para amortiguar el golpe que produce la piedra lanzada contra la luna del escaparate, fractura del mismo y robo del establecimiento.Es muy sintomático que, en la madrugada ...

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De un tiempo a esta parte vienen siendo objeto de asaltos y robos los comerciantes e industriales de esta zona de la prolongación de General Mola, por una o varias bandas de maleantes que, más bien, parecen mercenarios a sueldo de unas fuerzas ocultas encaminadas a .Qrear un ambiente de terror y desasosiego. Estas bandas de la delincuencia actúan en la mayor de las impunidades. El procedimiento, pues, el del coche en marcha para amortiguar el golpe que produce la piedra lanzada contra la luna del escaparate, fractura del mismo y robo del establecimiento.Es muy sintomático que, en la madrugada de un solo día -concretamente en la del 16 del presente mes- hayamos sido víctimas de estas bandas de maleantes seis u ,ocho establecimientos enclavados en las calles de General Mola, Bolivia y Víctor Andrés Belaúnde y, en la madrugada del 18, dos establecimientos más. Uno en la calle de Oruro y otro en la de General Mola, por el mismo procedimiento.

La vigilancia que corresponde a las fuerzas de turno brillan por su ausencia. Los comerciantes, industriales y vecin-os, en general, estamos aterrorizados. Por todo lo cual queremos elevar nuestra más unánime protesta por esta apatía, neglicencia y abandono de vigilancia de que es objeto esta barriada del distrito de Chamartín por parte de las fuerzas encargadas de llevar la calma y la paz a los ciudadanos.

Estas fuerzas, entendemos, deben estar al servicio del pueblo y todos los ciudadanos en general y no para el orden de reprimir otros menesteres. Aquello, ya pasó. La democratización del país debe conseguirse con el respeto mutuo y, sobre todo, con el cumplimiento del deber de cada uno para consigo mismo y sus semejantes. Hay que desenmascarar a los que de una manera u otra, valiéndose de fines ruines al estilo CIA, actúan en la sombra para obstruir el desarrollo de la democracia.

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