Un sistema sencillo de obtención de energía

El empleo de generadores fotovoltaicos está siendo contestado por inventores o investigadores que consideran que cabrían otras posibilidades más simples en la utilización de la energía solar. Una de ellas es la del inventor español Emilio Cruz Barbosa, que tras patentar su invención, aún no ha encontrado el apoyo que busca ni las verificaciones correctas y científicas acerca de la viabilidad de su proyecto.Básase éste en la concentración de energía solar en unos colectores. Esta energía es utilizada en la transformación de agua en vapor, agua que es levantada a un nivel más alto. Desde ...

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El empleo de generadores fotovoltaicos está siendo contestado por inventores o investigadores que consideran que cabrían otras posibilidades más simples en la utilización de la energía solar. Una de ellas es la del inventor español Emilio Cruz Barbosa, que tras patentar su invención, aún no ha encontrado el apoyo que busca ni las verificaciones correctas y científicas acerca de la viabilidad de su proyecto.Básase éste en la concentración de energía solar en unos colectores. Esta energía es utilizada en la transformación de agua en vapor, agua que es levantada a un nivel más alto. Desde allí, el agua embalsada caerá produciendo energía eléctrica por los procedimientos habituales que requieren uso de turbinas.

Más información

El sistema, por tanto, en su conjunto, ofrece la misma alternativa de producción de energía que el habitual ciclo hidroeléctrico sol-agua-embalse-turbinas. La energía solar, al igual que sucede en los ciclos naturales de evaporación de agua y lluvia, cambia el estado del agua, produciendo vapor. Este, posteriormente, será transformado en agua líquida, dando origen, con su caída, a la producción de energía que desencadena todo cambio de nivel de una masa desde niveles de más alto potencial a los de más bajo.

Verificaciones

El ciclo sencillo de la naturaleza no es, sin embargo, tan fácil de ser reproducido como pudiera parecer a simple vista. Sólo complejas mediciones podrían mostrar si la producción de vapor de agua junto al colector es lo suficientemente intensa como para dar lugar a una elevación suficiente y, a su vez, esta elevación es capaz de provocar un embalsamiento susceptible de generar, con la caída del agua, la energía que se requiere.

No obstante, la alternativa ofrece en principio una simplicidad que merece una atención y una verificación rigurosa, una verificación fundamentalmente cuantitativa, dado que el principio general es claro y viable. La cuestión estriba en las cifras de rendimiento energético.

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