Tarrdellas: "El Gobierno puede dar mayor poder a la Generalidad"

«No podemos pedir peras al olmo, pero en la mano del Gobierno está el hacer posible que la Generalidad intervenga más directamente en las decisiones políticas que conciernen a Cataluña.» Con estas palabras Josep Tarradellas sintetizó, ayer en una rueda de prensa los objetivos que le han desplazado a Madrid para mantener contactos con las primeras autoridades del Estado.

El presidente de la Generalidad eludió en todo momento concretar las reivindicaciones que ha planteado a los distintos miembros del Gobierno con quienes se ha entrevistado desde su llegada el pasado domingo. El señor Tar...

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«No podemos pedir peras al olmo, pero en la mano del Gobierno está el hacer posible que la Generalidad intervenga más directamente en las decisiones políticas que conciernen a Cataluña.» Con estas palabras Josep Tarradellas sintetizó, ayer en una rueda de prensa los objetivos que le han desplazado a Madrid para mantener contactos con las primeras autoridades del Estado.

El presidente de la Generalidad eludió en todo momento concretar las reivindicaciones que ha planteado a los distintos miembros del Gobierno con quienes se ha entrevistado desde su llegada el pasado domingo. El señor Tarradellas justificó su hermetismo en que no es bueno descubrir las cartas demasiado pronto y que «muchos generales pierden batallas por comenzar atacando». No obstante, dejó traslucir en su diálogo con los informadores que la Generalidad desea ser consultada y participar al propio tiempo en cuestiones como la aplicación de los pactos de la Moncloa en Cataluña, actuaciones en educación general básica, paro, problemas agrarios y relaciones comerciales, entre otros temas. Destacó particularmente que dado el enorme potencial económico de Cataluña es lógico que el Gobierno informe previamente a los catalanes de las medidas comerciales que proyecte adoptar.A juicio del señor Tarradellas es lógico que el orden público, la economía y la justicia no puedan negociarse globalmente hasta la aprobación de la Constitución. «Sin embargo -añadió-, hay matices sobre estos apartados que sí son transferibles.» En este sentido alegó que el Gobierno debe tener confianza en la Generalidad. «El oasis catalán -"en nuestro país no hay atentados ni se grita muera España", precisó- es algo que debe pesar en las relaciones con el Gobierno central. Negó haber tratado la designación del próximo capitán general de Cataluña y la jerarquía del presidente de la Generalidad en sus conversaciones con altos cargos del Gobierno. Sobre este último punto argumentó que lo que le preocupa es el contenido de las cosas y no la forma. Al ser preguntado por su rango actual entre las autoridades catalanas contestó sonriendo: «Soy el jefe de los mozos de escuadra.»

Josep Tarradellas se mostró optimista respecto a los logros que pueda alcanzar durante su permanencia en Madrid y consideró improbable un fracaso de sus gestiones. En caso de producirse, anunció que los catalanes continuarán propugnando tenazmente lo que desean. Califlicó de positiva la entrevista que sostuvo ayer durante más de tres horas con el vicepresidente Fernando Abril. «Juntos según dijo, hemos tratado de la política del Estado español y sus posibles repercusiones en Cataluña.» Indicó que había entregado al señor Abril un dossier complementario al que recientemente presentaron al Gobierno los señores Rahola y Bricall.

En sus declaraciones a los periodistas, el señor Tarradellas señaló que no le preocupan las reacciones que puedan producirse en otras nacionalidades ante las atribuciones y transferencias que pueda lograr la Generalidad. «Nosotros no somos antiautonomistas -añadió-, pero cada cual debe defender sus intereses.» Justificó que el Gobierno haya tomado como modelo y base para las autonomías el caso catalán, «ya que Cataluña es la cuna de ellas en España.» Comentó sobre este punto que Sabino Arana -el impulsor del nacionalismo vasco- vivió una trascendental etapa de su formación en Cataluña y que Xosé María Brañas, promotor del galleguismo, fue colaborador de Prat de la Riva.

Al serle requerido su parecer sobre las recientes declaraciones del teniente general Gutiérrez Mellado sobre la unidad de España, dijo: «Soy un viejo liberal no contrario a las expansiones de los sentimientos de los pueblos. Cuando el señor Gutiérrez Mellado reaccionó así creo que fue para hacer frente a ciertos excesos que consideró inútiles.»

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