Acuerdo sobre la composición del Consejo General del País Vasco

El Consejo General del País Vasco cuenta desde ayer con la incorporación oficial de Alava, Guipúzcoa y Vizcaya por decisión unánime de sus parlamentarios. Se conoce también la representación que cada partido va a tener en el Consejo, aunque no los nombres concretos de los consejeros ni las carteras: cinco serán miembros del PNV; otros tantos, del PSOE; tres, de UCD; uno, de Euskadiko Ezkerra, y otro, independiente. Este último irá por la provincia de Alava, será decidido conjuntamente por los dos partidos mayoritarios, y necesariamente tendrá que abstenerse en la elección del presidente.
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El Consejo General del País Vasco cuenta desde ayer con la incorporación oficial de Alava, Guipúzcoa y Vizcaya por decisión unánime de sus parlamentarios. Se conoce también la representación que cada partido va a tener en el Consejo, aunque no los nombres concretos de los consejeros ni las carteras: cinco serán miembros del PNV; otros tantos, del PSOE; tres, de UCD; uno, de Euskadiko Ezkerra, y otro, independiente. Este último irá por la provincia de Alava, será decidido conjuntamente por los dos partidos mayoritarios, y necesariamente tendrá que abstenerse en la elección del presidente.

Todo esto, que, en definitiva, era lo previsto, exigió ayer dos horas y media de debate de la Asamblea de Parlamentarios y otras dos horas de reuniones a escala provincial. Al final, PNV y PSOE llegaron al acuerdo que hasta ahora no habían podido alcanzar por sus respectivas aspiraciones a la presidencia del Consejo.La profunda querella PNV-PSOE, que ha retrasado la constitución del Consejo después que en diciembre se plantease un ultimátum al Gobierno, es explicable si se considera que pese a haber obtenido el PNV 6.000 votos más que el PSOE en el conjunto de las tres provincias podía haberse dado el contrasentido de que el PSOE tuviese un consejero más por aquello de la representación confederal.

Si el PNV quería alcanzar la cota de esos seis consejeros, lo tenía que hacer a base de orillar a Euskadiko Ezquerra, cosa que nadie pretendía en este Gobierno de coalición. Una vez cedido ese puesto a Euskadiko Ezkerra, el PNV exigía que el PSOE hiciera lo mismo para equilibrar así a los dos partidos mayoritarios, y esto fue lo que en última instancia se hizo. Este conglomerado de fuerzas políticas, en el que aparece desde una coalición de extrema izquierda hasta el partido del Gobierno, será presidido con toda seguridad por el socialista Ramón Rubial; esta convicción era compartida por todos los parlamentarios que tomaron parte en la larga sesión celebrada en la Diputación de Vizcaya. Y esta cuestión fue la que provocó las intervenciones más calientes.

En un estricto orden cronológico diremos primero que el PNV propuso un orden del día en el que se informase primero de las negociaciones sobre Navarra, para acordar luego criterios uniformes para la designación de representantes territoriales en el Consejo General y repartir las carteras. Nadie discutió el primer punto, pero el PSOE se aferró a una cuestión procedimental y obstruyó cualquier acuerdo de la asamblea por entender que la designación de consejeros y el reparto de carteras era cuestión de los consejos regionales de parlamentarios.

Denuncia de Arzallus

En éstas estaba la asamblea, con el peligro de nunca acabar, cuando el nacionalista Arzallus soltó la bomba: UCD había pactado con el PSOE el apoyo al candidato socialista y tenía pruebas de ello, aun que no podía darlas en ese momento y empeñaba su prestigio si no se cumplía el pacto (en privado diría luego que desconocía el precio del pacto). Los socialistas Benegas y Múgica negaron la existencia de tal pacto, que lo limitaron a la simple decisión libre de un partido sobre dos opciones.El ucedista alavés Viana arremetió también contra los nacionalistas, de quienes dijo que habían tratado de entrar en contacto con él en Madrid para mantener conversaciones sobre este tema. Entre murmullos, protestas a la mesa y nuevas afirmaciones de Arzallus, que por tres veces se reafirmó en el pacto UCD-PSOE, una manifestación de los trabajadores de Babcock Wilcox sirvió para distender el ambiente.

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A propuesta del diputado de Euskadiko Ezkerra, Francisco Letamendía, con la adhesión de PNV y PSOE, los parlamentarios se tomaron un descanso para manifestarse junto a los trabajadores y reanudar luego su trabajo.

Dicho esto, queda sólo por saber los nombres que cada partido designará para el Consejo. Los cinco del PSOE están decididos: los señores Rubial, Iglesias, Benegas, Maturana y Aguiriano. Los tres de UCD serán Morales, Viana y Echevarría el PNV deja el tema pendiente de las carteras que le sean asignadas.

También lo hace Euskadiko Ezquerra, pero esta designación ha levantado una polémica interna que puede poner en peligro la propia coalición. Al no existir un acuerdo de su permanente, los dos parlamentarios han manifestado que decidirán en conciencia y de acuerdo con la cartera. El Movimiento Comunista de Euskadi (EMK), que se siente relegado por los abertzales de la coalición, rechazan todo nombramiento que no esté determinado por la ejecutiva. Es casi seguro que en todo caso el representante de Euskadiko Ezquerra no será un hombre de la corriente estatalista, sino de la corriente abertzale.

Tras la gruesa batalla sostenida ayer por los dos partidos mayoritarios, es muy probable que hoy y mañana vuelvan a reunirse para repartiÍse las carteras y designar al independiente por Alava. Una vez cumplido este trámite, es muy probable que el jueves se constituya de manera formal y solemne el Consejo General del País Vasco, que, de momento, no parece que vaya a tener capitalidad.

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