La paz de Euskadi

El editorial titulado «La paz, a las puertas de Euskadi», del día 4 del presente mes, me sugiere las siguientes observaciones:1º. Se dice que sólo el partidismo de UCD podía explicar el retraso en la aplicación de los acuerdos establecidos «entre el ministro de las Regiones y los parlamentarios guipuzcoanos, vizcaínos y alaveses».

Pero creo que lo correcto siería preguntarse por qué los parlamentarios navarros de UCD tenían que aceptar que se impusieran a Navarra unos acuerdos adoptados por guipuzcoanos, vizcaínos y alaveses sin haber intervenido en su gestación y con los que no estaban...

El editorial titulado «La paz, a las puertas de Euskadi», del día 4 del presente mes, me sugiere las siguientes observaciones:1º. Se dice que sólo el partidismo de UCD podía explicar el retraso en la aplicación de los acuerdos establecidos «entre el ministro de las Regiones y los parlamentarios guipuzcoanos, vizcaínos y alaveses».

Pero creo que lo correcto siería preguntarse por qué los parlamentarios navarros de UCD tenían que aceptar que se impusieran a Navarra unos acuerdos adoptados por guipuzcoanos, vizcaínos y alaveses sin haber intervenido en su gestación y con los que no estaban de acuerdo.

2º Más adelante se afirma que «la fórmula mediante la cual Navarra podrá hacer efectiva... la posibilidad de ingresar en la Confederación Vasca ha sido encontrada tan pronto como el Gobierno se ha puesto a buscarla».

Lo cierto es que el acuerdo se ha producido cuando los dos diputados navarros del PSOE y el senador del PNV, en contra de sus tesis anteriores (véase Urralburu en EL PAÍS de 22-XII-77), han aceptado la celebración (te un referéndum para la adhesión de Navarra al régimen preautonómico vasco, opinión defendida por UCD de Navarra (véase Del Burgo en EL PAÍS de 18-XII-77) y también por ese mismo periódico en sus editoriales de 6 y 18 de diciembre de 1977, y que es «la. única aceptable en una democracia».