Denuncian la cooperación entre médicos y torturadores
Se ha publicado en castellano un documento en el que un grupo de médicos daneses denuncian, entre otros atentados a los derechos humanos, que la tortura se practica en el mundo muchas veces con la colaboración de compañeros suyos de profesión.El estudio ha sido editado por Amnistía Internacional y fue ya ampliamente reseñado en EL PAIS del pasado 4 de julio.
Según los autores le este informe, la tortura es una enfermedad que es preciso tratar como cualquier otro mal. En este caso, además, la cuestión es aún más compleja, porque no sólo hay que analizar y curar a quienes padecen los malo...
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Se ha publicado en castellano un documento en el que un grupo de médicos daneses denuncian, entre otros atentados a los derechos humanos, que la tortura se practica en el mundo muchas veces con la colaboración de compañeros suyos de profesión.El estudio ha sido editado por Amnistía Internacional y fue ya ampliamente reseñado en EL PAIS del pasado 4 de julio.
Según los autores le este informe, la tortura es una enfermedad que es preciso tratar como cualquier otro mal. En este caso, además, la cuestión es aún más compleja, porque no sólo hay que analizar y curar a quienes padecen los malos tratos, sino a los que torturan.
El estudio se basa, sobre todo, en evidencias halladas por los médicos daneses en Grecia, Uruguay y Chile, aunque en la rueda de prensa que acompañó a la presentación del informe en Londres uno de los doctores señaló que habían recibido, también, documentación española, remitida por Eva Forest, sobre las torturas que ella, al parecer, padeció mientras estuvo detenida en Madrid.
El equipo investigador no se ha detenido en el análisis de aquellos dos paises y continúan estudiando casos en los que se implica a médicos en procesos de tortura como cómplices o ejecutores.
Son los Gobiernos los que, en definitiva, podrían completar el trabajo iniciado por estos médicos daneses. Según ellos, debía haber un fondo común para investigar los efectos y las causas de esta grave enfermedad. También piden a sus colegas de la profesión médica que rechacen hasta los límites humanamente posibles cualquier presión para que cooperen en el maltrato de detenidos.