España gestiona la libertad de los pescadores capturados

En los medios oficiales españoles reina el desconcierto y la confusión sobre el desarrollo de la crisis política y militar del Sahara occidental. El Ministerio de Asuntos Exteriores intensificó ayer sus contactos diplomáticos en busca de una clarificación actual de la situación ante los Gobiernos de Argelia, Marruecos y Mauritania, con la intención de conseguir la liberación de los tres pescadores españoles capturados el lunes, al parecer, por el Frente Polisario. El representante español en las Naciones Unidas, señor Piníes, se entrevistó con el secretario Kurt Waldheim para trasmitirle la pr...

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En los medios oficiales españoles reina el desconcierto y la confusión sobre el desarrollo de la crisis política y militar del Sahara occidental. El Ministerio de Asuntos Exteriores intensificó ayer sus contactos diplomáticos en busca de una clarificación actual de la situación ante los Gobiernos de Argelia, Marruecos y Mauritania, con la intención de conseguir la liberación de los tres pescadores españoles capturados el lunes, al parecer, por el Frente Polisario. El representante español en las Naciones Unidas, señor Piníes, se entrevistó con el secretario Kurt Waldheim para trasmitirle la preocupación de nuestro Gobierno por la agresión al pesquero Saa.

Sin embargo, la intensificación de la actividad diplomática no deberá extenderse en un plazo inmediato a primeros niveles políticos a pesar de las informaciones que aseguran la existencia de contactos entre la presidencia argelina y el palacio de la Moncloa. Contactos que hace dos semanas habían incluso vislumbrado la posibilidad de un encuentro Suárez-Bumedian que, por el momento, no parece realizable.Mientras tanto, el Gobierno español ha decidido enviar el destructor Gravina a la zona para defender y custodiar a los pesqueros españoles y disuadir a los autores del atentado del pesquero Saa de la posibilidad de una nueva incursión. A ese comando aún no identificado, la mayoría de los observadores lo sitúan en las filas del Frente Polisario por sus métodos de acción militar y por sus objetivos políticos en la zona del incidente: poner en entredicho el acuerdo pesquero España-Mauritania, aumentar la internacionalización del conflicto iniciada por el secuestro de súbditos franceses y recordar a la Administración hispana el rechazo del acuerdo tripartito de Madrid en su aniversario.

En Argel un portavoz oficial del movimiento saharaui declaró a EL PAIS textualmente: «Es probable que sean nuestros combatientes», y recordó que el Polisario ha declarado repetidas veces como «zona de guerra» las aguas saharauis.

Altos funcionarios de Rabat responsabilizaron, por su parte, a Argelia y los guerrilleros saharauis del ataque de que fue objeto el Saa. El ministro de Información del Gobierno marroquí sugirió, además, la posibilidad de que hubiese intervenido en el incidente el movimiento independentista canario MPAIAC, eventualidad barajada también ayer en altos medios diplomáticos españoles.

Mientras, el caso de los rehenes franceses en poder del Polisario sigue en una vía muerta. El más que probable endurecimiento de los negociadores saharauis fue respaldado el lunes por la noche por el presidente argelino, Huari Bumedian, en un discurso donde atacó violentamente al Gobierno francés.

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