París mantiene secretas sus intenciones respecto al Polisario

El Gobierno francés no excluye ninguna medida, la militar incluida, para liberar a los franceses prisioneros del Frente Polisario en Mauritania. El presidente de la República, Valery Giscard d'Estaing, reunió anteanoche un Consejo de Ministros extraordinario en el que participaron los principales responsables militares. Por su parte, el embajador de Argelia en París aseguró ayer, en esta capital, que los rehenes del Polisario no, están en territorio argelino y que existen posibilidades de negociación.El ministro francés de Defensa, Yvon Bourges; el ministro de Asuntos Exteriores, Louis de Guir...

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El Gobierno francés no excluye ninguna medida, la militar incluida, para liberar a los franceses prisioneros del Frente Polisario en Mauritania. El presidente de la República, Valery Giscard d'Estaing, reunió anteanoche un Consejo de Ministros extraordinario en el que participaron los principales responsables militares. Por su parte, el embajador de Argelia en París aseguró ayer, en esta capital, que los rehenes del Polisario no, están en territorio argelino y que existen posibilidades de negociación.El ministro francés de Defensa, Yvon Bourges; el ministro de Asuntos Exteriores, Louis de Guiringaud; el de Cooperación, Robert Galley, y el jefe del Estado Mayor de los ejércitos, general Mery, fueron convocados de imprevisto anteanoche al palacio del Eliseo. Aunque oficialmente no hubo comentarios sobre la reunión, nadie puso en duda que tenía por objeto estudiarla delicada situación creada por el secuestro de otros dos franceses en Mauritania por el Polisario.

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En Mauritania residen cerca de ochocientos franceses, y su seguridad está aún más amenazada porque el Polisario sospecha que algunos de estos «cooperantes» y técnicos galos son agentes de los servicios especiales.

Tras el secuestro de los dos últimos ciudadanos franceses, hace tres días, en los medios responsables de París se estimaba ayer que se había alcanzado el límite de lo «intolerable».

El Ministro de la Defensa, señor Bourges, resaltó que las autoridares, «no excluyen ninguna hipótesis» para intentar resolver la situación y recordó que «el ejército francés está a las órdenes del Gobierno».

Los expertos y comentaristas, sin embargo, estiman que una intervención militar francesa acarrearía consecuencias políticas serias y que, incluso técnicamente, no es seguro que fuese eficaz desde el punto de vista técnico. Francia, militarmente, podría intervenir de dos maneras diferentes: intentar liberar a los secuestrados poniendo en marcha una operación de comandos o enviando tropas para proteger a los franceses que trabajan en Mauritania. Tanto en el primer caso, como en el segundo, nadie está convencido del éxito de este tipo de intervención. Por otra parte, en el plano político, la diplomacia africana de Francia, ya objeto de críticas considerables los últimos tiempos, disminuiría su credibilidad ante el Tercer Mundo.

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Teniendo en cuenta que parece imposible la posibilidad de una repatriación de los técnicos franceses, sólo quedaría otra vía: la negociación. En este sentido se manifestó ayer el embajador de Argelia en París, señor Bedjaoui, tras recordarle «al pueblo francés que es necesario sepa que en esta región del Sahara occidental se libra una guerra de liberación nacional». El embajador afirmó que Argel está dispuesto a favorecer todos los contactos necesarios entre las autoridades francesas y el Polisario. Esta oferta ha sido hecha ya meses atrás, pero hasta ahora no ha sido utilizada.

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